Pese a tener áreas en dos océanos, Colombia es un país que hoy no ha aprovechado la maricultura como una opción para estimular la producción pesquera e incentivar el consumo de pescado que aún está lejos de acercarse al promedio regional y mundial.
El país no tiene hoy ni en el Caribe ni en el Pacífico una sola jaula para cultivo de peces, pero a juicio del director de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap), Nicolás Del Castillo, las oportunidades para Colombia en ese campo son “gigantescas”.
“La verdad es que podemos cultivar especies nativas como el mero. Ya investigamos con el Centro de Investigación, Educación y Recreación (Ceiner) en las Islas del Rosario. El proceso de reproducción es conocido, nos falta ahora el engorde de esas larvas a alevinos, luego el engorde de alevinos a peces y listo para el consumo. También se trabaja en pargo, en el Pacífico y el Caribe, y otras especies como el pompano, cobias, róbales, corvinas, hay muchas opciones, sin tocar moluscos (mejillones, ostras, algas). El mar es una gran oportunidad y tenemos a las autoridades para que nos ayuden a concesionar esas aguas”, dijo Del Castillo.
El funcionario lideró recientemente en Cartagena un taller con las autoridades nacionales: Dimar, Capitanía del Puerto, la Aunap, Ministerio de Agricultura, Minambiente y expertos internacionales de Taiwán, Noruega, Chile, México, Costa Rica y Turquía, que cultivan peces en jaulas en el mar; realizado en el Hotel Almirante.
Al encuentro también asistieron dirigentes gremiales y posibles inversionistas. “La idea es aprender de sus errores y nosotros ahorrarnos tiempo y dinero”, dijo el Director de la Aunap.
“En Colombia no hay una sola jaula en el mar, es algo que estamos empezando. Queremos saber las experiencias de esos países, sus dificultades en la reproducción, engorde, en la instalación de las jaulas, cómo las instalaron”, explicó.
Según el funcionario el 95% de los salmones del mundo son producidos en jaulas, lo mismo pasa con los mejillones y la dorada en Europa. En ese continente todas las especies frescas que se ofrecen en los restaurantes vienen de la maricultura. Noruega es una potencia mundial pesquera. Chile, Turquía, Taiwán y México son potencias. Hay un tema de ingeniería y biología que también hay que tener en cuenta.
Para Colombia ingresar a esta actividad debe enfrentar retos importantes que reseña Del Castillo:
“Tenemos que desarrollar el paquete tecnológico que esté claro, que se conozca los riegos tecnológicos y no se desconozcan los riesgos biológicos. Ese paquete tecnológico lo tiene que implementar un inversionista privado, él tiene que abrir los mercados, su conversión alimenticia y costos. Desde la Aunap tenemos una ficha de investigación y apoyamos procesos con el pargo y el mero, básicamente es hacerle continuidad a la investigación. Que cada año hayan recursos para cerrar los paquetes tecnológicos en el Pacífico y el Ceiner en las Islas del Rosario”.
El director de la Aunap, Nicolás Del Castillo, le dijo a los inversionistas de este sector que en Colombia hay mucho potencial. “En este momento tenemos que pedir tiempo para darle el paquete tecnológico completo. Aquí hay muchas especies con mercado: los pargos y los meros, por ejemplo, pero hay que tener el paquete tecnológico para decirles vengan e inviertan.
Ellos-los inversionistas- dicen que les den los permisos, los subsidios e incentivos tributarios y ellos traen el paquete tecnológico. Hay que trabajar en dos áreas. Tener una facilidad y permisología, para que los permisos sean rápidos y trabajar en una política de subsidio a la pesca para fomentarla como la hubo hace 30 años, donde con crédito subsidiado creció el sector pesquero y acuícola del país, explicó la fuente.

