En Colombia “hay que avanzar en mayores niveles de flexibilización laboral”. La expresión es del ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo, quien recientemente en Cartagena, ante empresarios del sector de la construcción, expuso sus tesis para mejorar los niveles de empleo en el país e impulsar el crecimiento de la economía.
Para el ministro, “este es un mensaje recurrente de la ministra de Trabajo. Es muy importante no inyectarle inflexibilidades al mercado laboral y es bueno avanzar en más flexibilidades laborales. Eso significa abordar el tema de la estabilidad reforzada, los temas de contratación por horas, abordar los temas de abusos de los permisos en salud, hay que abordar temas de flexibilidad laboral porque los empresarios lo piden a gritos y creo que hay que escuchar con mucha atención los llamados y reclamos del sector empresarial de no incrementar los costos a dicho sector”.
El concepto de flexibilidad laboral según la página web de Sodexo es “la eliminación, creación o modificación de regulaciones que permiten contratar o despedir empleados en las empresas”.
Pero qué tan viable y benéfico es flexibilizar aún más el mercado laboral cuando en ciudades como Cartagena la mitad de las personas que el DANE clasifica como ocupadas son trabajadores informales, con un empleo precario, sin contrato y sin seguridad social. Qué piensan los académicos y sindicalistas (Ver recuadros):
“Creo que lo que se discute sobre la propuesta del Gobierno y gremios responde más a un problema de economía política que a un problema técnico en relación a la creación de empleos productivos. Es más una puja por la apropiación del excedente económico.
El punto de partida es la rigidez del mercado laboral, que se podría entender como los impedimentos que tiene el mercado para que por sí solo, a punta de oferta y demanda, pueda fijar salarios y demás aspectos a una relación laboral, entonces se intenta desmontar los mecanismos de protección a los trabajadores que aún sobreviven para que sea solo el mercado de oferta y demanda, sin ningún otro criterio de justicia y equidad.
A eso se le llama flexibilidad laboral y es lo que se viene imponiendo desde inicio de los años 90 del siglo pasado y ahora se pretende llevarlo a su máxima expresión con la contratación por horas, el desmonte del salario mínimo y salarios diferenciados por regiones, entre otros aspectos”, señala el académico Dewin Pérez, vocero del Observatorio del Mercado Laboral de Bolívar.