Tras 12 años de diligencias y dificultades para materializar el que era considerado el más importante megaproyecto turístico y hotelero de Colombia, en la paradisíaca Isla Barú, se habría disuelto la Sociedad Playa Blanca Barú SAS, la cual se creó para ese propósito empresarial de gran envergadura.
La información fue divulgada el miércoles de esta semana por la emisora nacional W Radio, en su espacio noticioso de la mañana, basada a su vez en una publicación hecha por el portal de noticias financieras Primerapagina.com.Las posibilidad de que esta liquidación empresarial finalmente se diera, fue precisamente anunciada el 25 de noviembre del año pasado, por el diario local El Universal de Cartagena, tanto en su edición impresa como en su portal de Internet, con base en declaraciones entregadas en aquel momento por Ariel Alfonso Aduén, gerente de la Financiera de Proyectos de Desarrollo (Fonade), uno de los socios del megaproyecto.
LA VERSIÓN RADIAL“A pesar de que (las familias) Santo Domingo y Echavarría conciliaron, decidieron liquidar el proyecto en Barú. Las dos familias tuvieron diferencias por ese megaproyecto turístico que demandaba inversiones por 1.000 millones de dólares”, indicó este miércoles La W en su espacio matutino de noticias.Uno de los comunicadores que hace el programa, enseguida aclaró que “Alejandro Santo Domingo dijo que él no estaba enfrentado a la familia Echavarría, a la que le tiene una gran admiración y reconocimiento, y dijo que no iba a entablar ningún pleito judicial por las diferencias que tuvieron, pero Echavarría sí demandó a Santo Domingo, pero llegaron a un buen acuerdo”.
COMPOSICIÓNComo socios de la mencionada iniciativa figuraban: el Gobierno a través Fonade, con una participación accionaria del 49%; Valorem, del grupo de Alejandro Santo Domingo, con el 26,47%, e Inmobiliaria Barú, de la familia de Gabriel Echavarría, con el 24,53%, todos constituidos en la Sociedad Playa Blanca Barú, creada el 18 de noviembre de 2005.La disolución de la sociedad empresarial Playa Blanca Barú SAS significa que el proyecto, que comprendía más de mil viviendas, dos hoteles, un centro comercial y un gran campo de golf, ya no se ejecutará, lo que le abriría las puertas a nuevos inversionistas privados.
FACTOR DE UN FALLOUno de los factores que también habría empezado a fragmentar progresivamente la iniciativa hasta sobrevenir su quebrantamiento, es la fórmula jurídica para proteger a las comunidades raizales de la zona, al amparo de un fallo de la Corte Constitucional que ratifica el derecho del Consejo Comunitario de Playa Blanca, a ser tenido en cuenta en las consultas previas del megaproyecto turístico que allí se proyectaba.Se ventiló que esto resultaba demasiado oneroso para los socios de la iniciativa, pues les otorgaba derechos a terceros dentro del proyecto, es decir, a comerciantes extranjeros, como si fueran comunidad afrodescendiente.“Este fallo marca un grave precedente para todas las playas de Colombia y es que un grupo de comerciantes que tiene derecho al trabajo, pero que no se quiere someter a las reglas, simplemente se autoproclaman como comunidad étnica para adquirir una serie de derechos que por otra vía no tendrían”, dijo en su momento al periódico El Universal la directora de la Agencia Jurídica del Estado, Adriana Guillén.

