El Núcleo Palmicultor de Marialabaja participa con el 7% de la producción de palma de aceite en la Zona Norte de Colombia (cifras de 2012).
Los rendimientos promedio por hectárea en el área es de 16,9 toneladas. Esos indicadores son solo una muestra del protagonismo que tiene Marialabaja en la actividad palmicultora en la Costa y el país, pero una amenaza se cierne sobre los cultivos de la zona que pudiera afectar la productividad y rentabilidad del cultivo sino se toman las previsiones del caso: la Pudrición del Cogollo (PC).
Este hongo ya hace presencia en Marialabaja con una incidencia cercana al 10% de las áreas sembradas, según Juan Carlos Lara, coordinador de Manejo Sanitario de la Zona Norte de Fedepalma. Lara recordó que en los años 2010 y 2011, que fueron totalmente lluviosos, se disparó la presencia del hongo alcanzando una afectación de hasta el 10% del área sembrada (unas 8 mil hectáreas).
“Cuando la afectación supera el 5% se dificulta mucho el manejo sanitario por los altos costos. Se han hecho acuerdos con la Promotora -Promotora Las Flores- para el manejo de drenajes y buenas fertilizaciones”, dijo el funcionario de Fedepalma.
Aunque la afectación del PC en Marialabaja supera a otras áreas, el comportamiento por sectores es variable. La zona norte es más sana y las mayores afectaciones están al sur y centro del núcleo palmicultor. El funcionario reconoció que “hubo zonas muy afectadas y se hicieron erradicaciones en 200 hectáreas. Este año ha sido año atípico.
No se han disparado las lluvias y eso ha ayudado. Estamos en un periodo de condiciones favorables, pero con un invierno crudo podría propagarse la enfermedad pues la humedad es el mayor “aliado” de la Pudrición del Cogollo.
Recomendaciones
Los expertos de Fedepalma recomiendan hacer una detección temprana de la enfermedad.
Es importante que los palmicultores se apersonen de sus cultivos y no deleguen en terceros la atención de los mismos. Igualmente es fundamental mantener buenos drenajes, manejar el riego, no inundando todas las áreas, haciendo surcos y una adecuada fertilización.
Adicionalmente, no se recomienda tener ganado dentro de los cultivos de palma, porque ello compacta el terreno. Sobre el manejo que hay que dar a las plantas en avanzado estado de afectación, se recomienda que estas se destruyan de manera manual o con métodos químicos.
Las zonas donde se haga erradicación de cultivos afectados por la PC solo deben volverse a cultivar pasados 2 años.
Siempre es importante que la asistencia sanitaria de la finca sea liderada por un profesional de la agronomía. Impacto nacional Para Alexandre Patrick Cooman, gerente Nacional de Manejo Sanitario de Fedepalma, reconoció que la Pudrición del Cogollo (PC) es la enfermedad más preocupante en la palmicultura colombiana y pone en riesgo las plantaciones.
Hasta ahora las mayores afectaciones en Colombia se han registrado en Tumaco(Nariño) y el Magdalena Media. En total se han afectado más de 70 mil hectáreas, desde 2007 hasta la fecha.
“Esta enfermedad requiere un manejo integrado y el mayor énfasis debe ser la prevención”, señaló.
LOS COSTOS
Definitivamente, la prevención o detección temprana de la Pudrición del Cogollo es la mejor recomendación para los palmicultores.
Cuando la enfermedad se detecta y su cobertura es entre el 2 y 3%, su manejo sanitario con paquetes integrales puede representar para los productores entre 300 mil a 400 mil pesos por hectárea / año, pero si no se toman medidas tempranas y se deja avanzar la enfermedad, los costos pueden superar el millón de pesos por hectárea / año, lo que es muy oneroso para los productores.
OPINIONES
Jairo Pérez M., palmicultor.
"Llevo 14 años en el cultivo de palma y me ha ido súper bien. Antes sembraba arroz y maíz y tenía algo de ganadería, y lo único que me ha servido es la palma. Con la palma hay más estabilidad. Yo recomiendo sembrar palma. Es un buen negocio”.
Eladio Chiquillo, palmicultor
"Tengo 32 hectáreas con palma. Es rentable y estable. Se pueden tener hasta 40 toneladas por hectárea / año. El mejor negocio que ha podido venir a Marialabaja es la palma”. Edilberto Pérez, palmicultor. "Yo era un productor de frijol y maíz, y desde el año 2000 soy palmicultor y la palma me ha permitido mejorar mi calidad de vida. Hoy tengo dos casas en Matuya y Cartagena. Es un buen negocio”.
