La apuesta del Gobierno colombiano de abrir los mercados a la economía global se está convirtiendo en una política expansiva. Varios Tratados de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y países de América, Europa y Asia ya son un hecho y otros están a punto de convertirse en una realidad.
Actualmente, están en vigencia los TLC con Canadá, Suiza, Chile, México y los tres países del Triángulo del Norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras). Hay dos acuerdos suscritos con Estados Unidos y la Unión Europea, otros tres están en proceso de negociación (Corea del Sur, Turquía y Panamá).
El 2011 se convirtió en el año de los TLC. La aprobación del acuerdo comercial con Estados Unidos fue considerado uno de los hechos económicos más importantes del año y un logro para el Gobierno colombiano.
De acuerdo con el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados, se ha presentado una evolución significativa de las exportaciones hacia Estados Unidos (28,7 por ciento), entre enero y septiembre de 2011, lo que da luces sobre los beneficios que traerá la eliminación y reducción de aranceles entre los dos mercados.
Después de cinco años
Desde 2004 se iniciaron las negociaciones entre Colombia y Estados Unidos. El acuerdo estuvo congelado durante cinco años, luego de que fuera suscrito en 2006 bajo la administración de los exmandatarios Álvaro Uribe y George W. Bush.
El Congreso colombiano lo aprobó el 14 de junio del 2007 y posteriormente la Corte Constitucional lo declaró exequible. No obstante, la incertidumbre fue protagonista durante el proceso de aprobación, argumentos como la violencia a sindicalistas en Colombia y los perjuicios para algunos sectores daban muestra de una posible negativa del Legislativo de Estados Unidos.
En abril de 2011, los actuales presidentes Juan Manuel Santos y Barack Obama anunciaron un plan de acción para destrabar el TLC. Finalmente, el 12 de octubre y después de dos debates en el Congreso estadounidense, el acuerdo comercial tuvo vía libre para su implementación.
En el caso de la Cámara de Representantes, el resultado fue de 262 votos a favor y 167 en contra. En el Senado, por su parte, se registraron 66 a favor y 33 en contra. El Gobierno Nacional recibió este hecho con complacencia, pues fue un paso importante para cumplir con el objetivo de insertar a Colombia en el entorno internacional y al mismo tiempo incentivar la inversión a través de una reducción importante de aranceles.
A pesar de estos avances y del buen comportamiento de la economía colombiana, algunos analistas afirman que el país aún no está preparado para competir con una industria tan fuerte como la de Estados Unidos. Otros, por su parte, creen que la implementación del TLC beneficiará a los consumidores colombianos y que “es necesario para no quedar en desventaja frente a otros países”.
Más inversión
De acuerdo con Pedro Enrique Sarmiento, director de Impuestos y Legal de Deloitte Colombia, empresa internacional dedicada a la asesoría de negocios, uno de los sectores más sensibles es el sector agropecuario. En lo que tiene que ver con carnes, dijo, “no contamos con las correspondientes licencias y condiciones fitosanitarias para competir. Seguramente ingresarán toneladas importantes de carne y nosotros no podamos hacer lo mismo en EE.UU”.
Por esta razón, aseguró que se debe iniciar un proceso de tecnificación y modernización de los frigoríficos. Con respecto “a productos como el maíz, algodón y arroz, éstos verán sacrificadas sus utilidades con el TLC de Estados Unidos”.
En esta última apreciación coincidió el gerente General de Fedearroz, Rafael Hernández, al afirmar que en el sector agrícola los grupos más favorecidos son aquellos con “vocación de exportación, pero al arroz y otros granos no les va muy bien, porque nos están exponiendo a un mercado altamente subsidiado. No es lo mismo cultivar arroz en EE.UU donde hay todo tipo de ayudas e infraestructura a cultivar en un país como Colombia donde en regiones como los llanos orientales y la Mojana no tienen vías de comunicación que permitan sacar las cosechas a precios económicos”.
El presidente Juan Manuel Santos considera que el sector rural será uno de los más beneficiados con los acuerdos, pues el país cuenta con un potencial rural que permitiría convertirlo en uno de los grandes exportadores de alimentos en el mundo.
El embajador de Colombia en Estados Unidos, Gabriel Silva, aseguró que “es un cuento chino que el sector agrícola esté amenazado con el TLC, pues será uno de los más beneficiados, por lo que no se le debe temer”.
En este sentido, el alto funcionario dijo que la infraestructura, por ejemplo, no debe ser una excusa para que los agricultores y productores se “autodefinan” como un sector sensible.
“El sector agrícola tiene por primera vez acceso a un mercado muy grande, podrán exportar hortalizas, verduras, frutas tropicales y alimentos procesados. Sin duda hay que mejorar en la infraestructura, así lo ha dicho el presidente Santos, pero no podemos tomar eso como excusa para que el país no aproveche el TLC”, aseguró Silva.
Frente a esta posición, Fernández respondió “que una cosa es la producción de palma y aceite, caña de azúcar, flores o banano que son productos de exportación y otra cosa son los granos que se producen para consumo interno”.
Para alcanzar mayor competitividad, el Gerente de Fedearroz recomendó realizar una adecuación intrapredial y le hizo un llamado al Gobierno para generar incentivos destinados a la capitalización rural y a la adquisición de maquinaria, ciencia y tecnología para el sector agrícola.
Turismo y tecnología
La industria textil, el turismo y la oferta de servicios tecnológicos son los que podrían generar más crecimiento económico a través de los TLC y particularmente el de Estados Unidos.
María Claudia Lacouture, presidenta de Proexport, aseguró que este TLC "entrará en vigencia una iniciativa denominada Cielos Abiertos que traerá más oportunidades para que los turistas puedan llegar a Colombia con más facilidad".
Asimismo señaló que hay una fuerte demanda de servicios tecnológicos sobre todo en animación, por lo que el Gobierno ya está trabajando para orientar a las medianas y grandes empresas en cómo ofrecer y expandir su mercado.

