La denuncia fue hecha por el presidente de la Federación Nacional de Biocombustibles de Colombia, Jorge Bendeck, quien señaló que “los negociadores colombianos, funcionarios del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, se comprometieron con el negociador europeo en responderles la solicitud de que un decreto - el 1135 -que establece que a partir del 1º de enero de 2012, el 60% de los vehículos a gasolina que se fabriquen o importen hacia Colombia deben venir dotados con motores flexibles, es decir, motores con la capacidad de mezclar gasolina con etanol hasta en un 85%, podría ser modificado”
“Ahora exigen cambiar las condiciones acordadas en el acuerdo, y piden que Colombia no debe pensar en mezcla superiores al 10% en etanol ni por encima del 7% del biodiesel, esto no está en el Acuerdo, está en una carta por fuera. Esa es una exigencia escandalosa, que van mucho más allá de la propia diplomacia, siendo irrespetuosos con el país... Es una injerencia descarada en los intereses nacionales”, insistió.
Bendeck recordó que de aceptar las pretensiones de los europeos afectaría gravemente inversiones por 700 millones de dólares que hoy están en curso y paralizaría proyectos por 850 millones adicionales que se están proponiendo a grandes petroleras del mundo. Allí están proyectos en Cartagena (con remolacha azucarera) y otros dos en Santa Marta y Valledupar.
Las mezclas autorizadas en etanol son del 10% etanol, pero la capacidad de producción sólo permite 8%, pero en el segundo semestre se llegará al 9%. En el 2013 Ecopetrol pondrá en el mercado 400 mil litros de etanol más y los israelíes 300 mil litros más con su proyecto den Pivijay (Magdalena) y con ello Colombia llegaría a 1 millón 800 mil litros por día, que permitiría mezclar perfectamente el 15% en etanol y 10% biodiesel.
Por ahora, los inversionistas de los biocombustibles están alertas y sólo esperan una audiencia con el Jefe de Estado, para despejar las dudas.
