Real Cartagena volvió al estadio Jaime Morón León para disputar un partido del Torneo BetPlay por primera vez en el año. Era la fecha, el rival – el último de la tabla – y el escenario ideal para que el equipo se reencontrara con la victoria.
Pero en la escuadra cartagenera el fútbol no alcanza ni para ganarle al colista de la clasificación y Real se conformó con el tercer empate ante Tigres en poco más de 10 días, en una tarde de domingo que habría sido gris de no ser por los colores que puso la Rebelión Auriverde y Aguante 99, las dos barras de la ciudad, a pesar de estar ausentes en el Jaime Morón.
Sin goles, una vez más – solo ha marcado 3 en 10 partidos -, las noticias más relevantes del cotejo fue que Juan José ‘Pitillo’ Salcedo disputó su duelo 206 con la casaca auriverde y se convirtió en el tercer futbolista que más ha vestido la camiseta de Real Cartagena; y la creatividad de la hinchada para estar presente en un partido en el que no podía acompañar desde las gradas.
Demasiado amor de una hinchada por un equipo que le retribuye con poco. Que cada año es más ingrato, pues la aleja de la ilusión de volver a la primera categoría del fútbol colombiano, de la que se despidió hace ocho años.
Casi una década de convivir entre amores y amarguras en el sótano del fútbol. Una década en la que el aguante de cualquier otra afición se habría disipado ante el cúmulo de fracasos, pero que en Cartagena se fortalece.
Con la barra de Real aplica el dicho popular de que en las dificultades se entregan las verdaderas pruebas de amor. Y eso es lo que han hecho la Rebelión Auriverde y Aguante 99 durante estos tiempos difíciles que afronta el fútbol bolivarense.
Mucho ha cambiado la barra. Lejos parecen estar esos años en los que captaban la atención de los medios por sus actos violentos o desórdenes que despertaban miedo en la ciudadanía e invitaban a no asistir al estadio.
Ahora son dos grupos que además del aguante para alentar al equipo, trabajan con programas culturales que buscan ayudar a los jóvenes en situación de riesgo.
Desde muy temprano, 6:30 a.m. de ayer domingo, los aficionados llegaron al Jaime Morón para adornar con trapos las gradas de la tribuna sur y norte, que se tiñeron con los colores amarillo y verde, y con el popular pedido de “No más Rendón”.
A las 3:00 de la tarde los jugadores salieron a la cancha para disputar el partido con Tigres y de entrada pudieron tener la certeza de que su afición estaba con ellos. La dinámica no cambió en lo deportivo y quedó claro que quizás lo único positivo que le queda a Real Cartagena es el amor incondicional de sus hinchas.