Jhony Cano amaneció contento. El cartagenero marcó el gol que abrió el camino de la victoria en el triunfo 2-1 de Real Cartagena ante Chicó, que significó el liderato de los auriverdes en el Torneo Águila.
Fue un golazo. Inició y terminó la jugada él, con una definición de lujo que hizo estallar en júbilo a los aficionados.
“Le metí un puntero y la mandé adentro, se le fue de túnel al arquero. Estamos motivados por el primer puesto, la idea es seguir así para buscar quedar campeones en el primer semestre de este año”, dijo Cano, quien juega con el número 11 en la camiseta y exhibe un fútbol talentoso.
Sabe que los triunfos y los goles se celebran, pero que al día siguiente hay que pasar la página porque se vienen nuevos retos.
“Siempre que hago gol me pongo feliz, el que le hice a Chicó se lo dedico a la hinchada y a mi familia. Esto no ha terminado, falta mucho camino por recorrer, la idea es seguir por la misma vía”, comenta. Sabe que se dio un paso importante, pues reconoce la calidad del rival al que se enfrentó.
“Sabíamos que era un juego difícil ante Chicó, pero tuvimos jerarquía, aquí hay buenos jugadores, ahora toca prepararnos con todo para ir a sacar los puntos en la Capital ante Bogotá”.
El otro gol estuvo en la cabeza de Jhon Lozano, defensa centro que aprovechó un centro tras cobro de tiro de esquina para anotar el primer gol con la casaca ‘auriverde’.
“La victoria fue importante, sabíamos que Chicó se venía a resguardar atrás, hicimos las cosas bien y ganamos. Fuimos efectivos y siempre mantuvimos el orden”, afirmó.
Está contento con lo que viene haciendo el plantel cartagenero. “Se viene consolidando un trabajo, el equipo está consciente de lo que se quiere y fecha tras fecha venimos dando resultados”, remata.
Nelson Barahona, volante ofensivo de Real y quien participó en las jugadas de los dos goles, agregó que estos tres puntos serán de más importancia cuando se sume de a tres en Bogotá.
“Los partidos en la altura se juegan con garra, debemos estudiar bien al rival, este Real debe ganar siempre, en todas las canchas hay que salir a ganar”, puntualizó.

La hinchada del Real Cartagena amaneció feliz celebrando el liderato de su equipo amado.
Con 20 puntos, dos más que el Pereira, Real está en lo más alto de la tabla de posiciones en el Torneo Águila.
Por eso, el hincha cartagenero, ese que le ha tocado sufrir demasiado, sintió ayer cierto alivio aunque sabe que aún no se ha ganado nada.
El jugador número doce se ha hecho presente en el Jaime Morón y confía en que los pupilos de Richard Parra sigan brindándole victorias.

Es hermano de Marcelino Carreazo, atacante que triunfa en el Once Caldas, de Hubert Boderth, pero considera que él también tiene madera para salir adelante en el balompié profesional.
Su nombre es Kerwin Carreazo, 24 años, volante creativo o extremo con mucha clase para jugar y, además, rápido y escurridizo.
Es cartagenero, en el balompié local jugó en Los Caracoles Fútbol Club, con el profesor Rafael Montes, y tuvo un paso por el Táchira de Venezuela, con el que jugó Segunda División.
“Se juega más agresivo, la Segunda División es bastante fuerte en Venezuela. Me tuve que venir por la difícil situación que vive el país, pero estoy entrenando esperando una oportunidad en el fútbol colombiano”, aseguró Carreazo.
Kerwin todos los días entrena en el estadio de San Fernando, en donde trabaja la parte física y técnica para estar listo cuando reciba el llamado de algún club.
“Soy explosivo, intenso, claro para jugar. Me gusta ganar, poner pases, hacer goles”, asegura el joven que reside en el populoso barrio de San Fernando.
Sobre la diferencia de juego con su hermano Marcelino, Kerwin la tiene clara. “Él juega más colectivo, lo mío es más de encarar al contrario y dejarla servida al compañero para que la meta o si tengo el chance le pego de una. Estoy feliz por lo que él hace en el Caldas”.
Carreazo está a la espera de una oportunidad. “Me gustaría jugar en el Real Cartagena porque es el equipo de tierra”. Kerwin tiene el talento y las ganas y no pierde la fe de triunfar en el fútbol profesional.