Cuantas horas en Cartagena y ya había quedado enmaravillado con “La Fantástica”. “Quiero vivir aquí, este lugar es como una película”, escribió ayer en su cuenta de Instagram Didier Drogba, una figura del fútbol mundial.
Eran las 8:30 de la mañana, con sol a plenitud, cuando Drogba llegó a las playas de Bocagrande, sector El Laguito.
Ahí, el marfileño, en su momento catalogado uno de los mejores delanteros del mundo, realizó un picadito de fútbol con niños de la Escuela de Iniciación y Formación Deportiva del Ider y las fundaciones Amigos del Mar y Fútbol con Corazón.
Se tomó fotos con ellos, firmó autógrafos y les hizo un anuncio importante. “Por favor apoyen este tipo de iniciativas que están enfocadas a promover la paz”, dijo Drogba, quien fue recibido por las viceministras de Relaciones Exteriores, Patti Londoño, y la de Asuntos Multilaterales, Adriana Mendoza.
“Promover los valores positivos a través del deporte es muy importante. El deporte es una herramienta de poder para llevar un mensaje, especialmente en los países en donde ha habido guerra”, sostuvo Drogba, quien ganó la Champions League con el Chelsea, club al que ayudó a conquistar dos títulos en la Liga Premier.
Es un tipo humilde, sencillo, enamorado del deporte y gran doliente de la paz, esa que promueve por donde quiera que va.
El marfileño presentó la tarjeta blanca, símbolo de deporte y paz en el mundo y aseguró que él como jugador sabe muy bien qué es la tarjeta roja y la tarjeta amarilla “pero la tarjeta blanca es justamente algo que se debería promover porque es promover la paz”.
En la tarde, en la Base Naval de Bocagrande, Drogba acompañó a Alberto II, príncipe de Mónaco y a la canciller María Ángela Holguín a la final de un partido de rugby.
El juego terminó 25-0 a favor de los Cactus de la Guajira sobre los Amardillos de Tierra Alta. Drogba y el Príncipe entregaron las medallas.El ilustre visitante también realizó talleres de “Deporte adaptado”, los cuales consisten en la construcción de implementos deportivos con materiales reciclabes.
El dato
Hubo un hecho que marcó la vida de millones de marfileños. El 8 de octubre de 2005, Costa de Marfil se clasificó por primera vez a un Mundial, el de Alemania 2006. En ese mismo instante Drogba tomó los micrófonos, se arrodilló y dijo: “pedimos que se perdonen los unos a los otros. Un gran país como el nuestro no puede rendirse al caos. Abandonen las armas y organicen unas elecciones libres”.
Sus palabras unieron al pueblo y acabaron con la guerra civil que sufrió el país africano.
A qué vinoSegún información del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, la visita de Alberto II, príncipe de Mónaco y de Drogba, fue motivada por el premio que recibió en Mónaco la Cancillería colombiana a manos de Peace and Sport en diciembre pasado por su trabajo en la promoción del deporte.


