En una gesta que ya se escribe con letras de oro en la historia del deporte colombiano, el pegador Carlos Utria López alcanzó la gloria internacional al consagrarse campeón de las 140 libras en el prestigioso Grand Prix del Consejo Mundial de Boxeo (WBC). Con un boxeo que combinó técnica depurada y una potencia devastadora, el hijo de Soplaviento trajo consigo la anhelada medalla de oro. Te invito a leer: Del Dique a la conquista de Arabia Saudita

Luis Díaz con su octavo gol y una dedicatoria especial
JUAN MARTÍNEZ CASTELLAREl heredero de una dinastía de gloria
La victoria de Utria tiene un peso simbólico invaluable. Se coronó en la división de los superligero, la misma categoría donde reinó el legendario e inconmensurable Antonio Cervantes Reyes, “Kid Pambelé”. Hoy, décadas después, es otro hijo de la “tierra adorada” de Bolívar quien vuelve a colocar el cinturón de campeón en la vitrina del Caribe colombiano, demostrando que el talento en esta región sigue más vivo que nunca.
La plata que se ganó Carlos Utria
Más allá del reconocimiento deportivo y el honor de portar el cinturón verde y oro, la recompensa económica para el púgil soplavientero es histórica. Por su triunfo en la final del certamen, Carlos Utria se hizo acreedor a una bolsa de 100 mil dólares, una cifra que al cambio actual representa aproximadamente 400 millones de pesos.
Este incentivo económico supone un cambio de vida para el deportista y su familia, premiando años de sacrificios en el gimnasio y combates en el anonimato. “Es un boxeador completo; tiene la frialdad para boxear y la fuerza para definir”, comentaron expertos tras la pelea final. Te invito a leer: Nacional de Boxeo Sub-17 Junior: Un merecido homenaje a Eugenio Baena Calvo
Hoy, las calles de Soplaviento no celebran solo un premio monetario, sino el orgullo de gritarle al mundo que tienen un campeón internacional de verdad. ¡Felicidades, Carlos Utria!
