La Primera A del fútbol rentado colombiano ya tiene otro nuevo inquilino. Se trata del Cúcuta Deportivo que este martes venció de local por la vía de los penaltis 3-2 al Real Cundinamarca tras un 2-1 en los 90 minutos reglamentarios.
El camino al título no fue fácil. En la final de ida, disputada en Bogotá, Real Cundinamarca se impuso 1-0, lo que puso al Cúcuta contra la pared. Pero en su cancha, en el estadio General Santander, los “motilones” respondieron con carácter y lograron la victoria necesaria para forzar la definición. Lea: FIFA estudia ampliar el VAR en el Mundial 2026: dos nuevas situaciones en debate
Durante la fase de semifinales, Cúcuta Deportivo ya había demostrado su fortaleza: finalizó como primero del Grupo A tras vencer por 4-0 a Internacional de Palmira en la última fecha, asegurando su paso a la final.
La final de vuelta fue un espectáculo de emociones: los goles de jugadores claves, una hinchada entregada y la presión normal de una definición de ascenso. Al finalizar en empate global, los penales fueron el desenlace perfecto para desatar la celebración.
Con el marcador global igualado (2-2), los penales definieron el destino del torneo (3-2). El portero motilón se convirtió en figura al detener un cobro crucial, mientras que sus compañeros ejecutaron con precisión desde los doce pasos.
La victoria desató el estallido de alegría de los miles de hinchas presentes y el festejo de un plantel que trabajó durante todo el semestre para este objetivo.
El buen hijo regresa
Con este campeonato, Cúcuta no solo se lleva el trofeo del Torneo BetPlay 2025-II, sino que también cierra un ciclo de espera: su retorno a la Primera A representa un nuevo comienzo para el club, sus jugadores y su afición. Lea: Barcelona despacha al Atlético de Madrid y es más líder en LaLiga
Este título reafirma el protagonismo del Cúcuta Deportivo en el fútbol de ascenso colombiano y le devuelve su lugar en la élite, con la esperanza de escribir una nueva historia en la máxima categoría.