Real Madrid sufrió un nuevo tropiezo en la fecha 13 de LaLiga al empatar 2-2 ante Elche en el Estadio Manuel Martínez Valero. Esta igualdad apretó más la competición local y sus los inmediatos perseguidores del ‘Merengue’ quedaron muy cerca en la tabla.
El Real Madrid volvió a mostrar las grietas de su momento más delicado de la temporada y apenas rescató un 2-2 en su visita al Martínez Valero, ante un Elche valiente y propositivo que estuvo muy cerca de propinarle su segunda derrota en LaLiga. El empate, trabajado y merecido para los ilicitanos, deja al equipo de Xabi Alonso aún en la cima, pero con sólo un punto de ventaja sobre el Barcelona, después de haber dilapidado casi por completo la renta obtenida tras ganar el clásico.
El problema no es solo el resultado: es el juego. El Madrid se cae sin balón, no presiona, no encuentra soluciones cuando lo tiene y no puede refugiarse en las bajas defensivas, las rotaciones ni las suplencias de figuras como Vinicius, Valverde o Camavinga. Lea aquí: Barcelona celebra la vuelta a casa con contundencia ante Athletic Club

El Elche, bien plantado y audaz bajo la guía de Eder Sarabia, detectó cada debilidad blanca. Golpeó primero con Aleix Febas, que definió con clase tras un taconazo de Germán Valera, y después con Álvaro Rodríguez, que sorprendió a Courtois con un remate lejano.
Mbappé generó lo poco rescatable del Madrid en el primer tiempo, pero sin éxito. El francés lo intentó todo, aunque sin encontrar el camino en un equipo irreconocible y frustrado. Cuando el partido parecía perdido, Dean Huijsen apareció en un córner para descontar, y Jude Bellingham, también en balón parado y en una acción que dejó dudas por un contacto previo con Iñaki Peña —el portero luego la calificó como un lance normal—, firmó el 2-2 definitivo. Le puede interesar: Copa Sudamericana: Lanús se llevó el premio mayor en la lotería de los penaltis
El final fue un ida y vuelta frenético: el Elche rozó el tercero y el Madrid también tuvo la oportunidad de llevarse el triunfo. Ninguno acertó, pero el punto dejó sensaciones muy diferentes: alivio en los blancos y orgullo en un Elche que supo exponer el mal momento del líder.


