El número uno del mundo, Carlos Alcaraz, sufrió una dura derrota en su estreno en el Masters 1.000 de París al caer ante el británico Cameron Norrie, actual número 31 del ranking ATP. El español, que llegaba como uno de los grandes favoritos del certamen, no pudo mantener la ventaja inicial y terminó cediendo por 4-6, 6-3 y 6-4 tras dos horas y 25 minutos de juego.
Con este resultado, Alcaraz encajó su primer tropiezo en un torneo de esta categoría desde marzo, cuando fue superado por el belga David Goffin en Miami. Al igual que entonces, el murciano no logró imponer su ritmo ante un rival experimentado y tácticamente sólido. Lea: Carlos Alcaraz sigue sumando títulos en su histórico año 2025
Norrie, que en su momento también alcanzó el top-10 mundial, aprovechó los errores del español para revertir el marcador y sellar una victoria que lo impulsa a la siguiente ronda del certamen parisino. El revés representa un golpe inesperado para Alcaraz, quien buscaba cerrar la temporada con fuerza antes de las Finales ATP.
La desconexión de Alcaraz y el fin de una racha
El encuentro dejó ver a un Alcaraz incómodo en la pista y lejos de su mejor versión. Durante el segundo y tercer set, el español acumuló 54 errores no forzados, un reflejo de la falta de confianza que lo acompañó gran parte del duelo. Incluso en los momentos en los que parecía recuperar el control, su juego se desmoronaba rápidamente ante la consistencia del británico.
El murciano llegaba a París tras haber renunciado al Masters de Shanghái y después de conquistar el título en Tokio, en busca de optimizar su rendimiento en el cierre del año. Sin embargo, el plan no dio frutos: la derrota puso fin a una impresionante racha de 17 victorias consecutivas en torneos Masters 1.000, una seguidilla que lo había colocado cerca del top histórico en esta categoría.
El propio Alcaraz dejó ver su frustración en el banco, donde expresó en voz alta: “Lo único que me salva es el saque. Lo estoy haciendo todo mal”, una muestra del descontento con su desempeño.
El resultado, además, abre el panorama para que el italiano Jannik Sinner se acerque a la cima del ranking mundial, una posibilidad que parecía lejana semanas atrás. Alcaraz, por su parte, se despide de París con la mirada puesta en recomponer su confianza antes de las Finales ATP, el último gran desafío del año.