Nunca antes la Fórmula 1 había sido testigo de una situación tan insólita en plena parrilla de salida. El Gran Premio de Estados Unidos 2025 dejó un episodio que va más allá de lo deportivo y que refleja el punto más alto de la guerra psicológica entre Red Bull y McLaren.
Con solo cuatro carreras —y dos sprints— por disputarse en la temporada, las tensiones entre ambos equipos llegaron al límite luego de que un miembro de Red Bull ingresara al área de Lando Norris para retirar una marca que el piloto británico usa como referencia en la salida. Lea: Lakers vs. Warriors: arranca la temporada NBA sin LeBron James
El hecho ocurrió minutos antes del inicio de la competencia en el Circuito de las Américas, cuando un operario del equipo austríaco cruzó la zona acotada para despegar una cinta adhesiva colocada en el muro junto a la posición número dos de la parrilla.
Esa cinta, que McLaren utiliza desde el comienzo del año, sirve como guía visual para que Norris se detenga con precisión en su casilla. Aunque el gesto parezca menor, en la Fórmula 1 un detalle así puede marcar la diferencia entre una buena y una mala salida.
La acción fue detectada por los comisarios deportivos, quienes no tardaron en abrir una investigación y aplicar una multa de 50.000 euros a Red Bull, de la cual la mitad quedó suspendida hasta el final de la temporada con la condición de que el incidente no se repita.
Según el informe oficial, el miembro del equipo infringió las normas de seguridad al entrar en una zona restringida cuando los autos ya estaban en la vuelta de formación, lo que constituye un acto inseguro.
De acuerdo con información de BBC Sport, McLaren viene utilizando este tipo de marcas desde el inicio del campeonato y no existe ninguna regla que lo prohíba. Tampoco hay disposición alguna que permita a otros equipos intervenir o retirar dichas referencias, lo que convierte la maniobra de Red Bull en una acción cuestionable y antideportiva.
De hecho, el medio británico reveló que no es la primera vez que ocurre algo similar, lo que ha llevado a McLaren a reforzar la cinta con materiales más resistentes ante posibles intentos de sabotaje.
En su resolución, los comisarios fueron contundentes: “Cualquier persona afiliada a un equipo debe saber que está absolutamente prohibido entrar en la pista u obstaculizar las medidas de seguridad una vez despejada la parrilla.
Independientemente de si siguió o no las instrucciones de los oficiales, tal acción se considera un acto inseguro y amerita sanción”. La decisión deja un precedente en la Fórmula 1 moderna, donde la rivalidad entre escuderías ha escalado a niveles inéditos.
Tras conocerse el castigo, Laurent Mekies —quien asumió la dirección del equipo Red Bull tras la salida de Christian Horner— calificó el hecho como “un malentendido”.
“Respetamos plenamente a los comisarios, pero creemos que se trató de una percepción errónea. Nuestros mecánicos aseguran haber seguido todas las instrucciones. Aun así, revisamos el video y tomaremos medidas para evitar confusiones futuras”, declaró Mekies en Austin.
Tensión y muchos nervios
El incidente reaviva la tensión entre Red Bull y McLaren en el tramo final de una temporada que se ha vuelto impredecible. Mientras Max Verstappen continúa en su persecución a los dos McLaren por el campeonato, la escudería austríaca parece recurrir a cualquier recurso —incluso psicológico— para incomodar a sus rivales. Lea: Néiser Villarreal: cinco goles, polémica en Millonarios y salto a Cruzeiro
Lo ocurrido en Austin no solo deja una sanción económica, sino también una muestra de que, en la Fórmula 1 actual, las batallas comienzan mucho antes de que se apague el semáforo.
