El Clásico RCN 2025 incluyó un momento de profundo simbolismo y recuerdo durante su sexta etapa: los ciclistas y los organizadores detuvieron la carrera en el municipio de Armero para rendir homenaje a las víctimas de la catástrofe ocurrida el 13 de noviembre de 1985.
En medio de ruinas, silencio y memoria, el gesto quiso conectar el deporte con la historia dolorosa de Colombia. Lea: Clásico RCN 2025: aplastante victoria de Diego Camargo en la etapa reina
Hace cuatro décadas, la erupción del volcán Nevado del Ruiz desató flujos de lodo que arrasaron el municipio de Armero, cobrándose la vida de más de 25 000 personas y dejando heridas profundas en la memoria colectiva del país.
La tragedia de Armero es considerada uno de los desastres naturales más graves en la historia de Colombia. Durante el homenaje, los participantes en la carrera colocaron rosas blancas en el sitio de la conmemoración, como símbolo de respeto y solidaridad con quienes no están, y con los sobrevivientes.
El director del Clásico RCN, Héctor Palau Saldarriaga, condujo el acto con palabras cargadas de emoción, reconociendo que “no podíamos pasar por Armero sin recordar lo ocurrido” y expresando el deseo colectivo de que el deporte honre la memoria del país.
Una oración presidida por el Obispo de la Diócesis del Líbano, Monseñor José Luis Henao Cadavid, cerró el acto de conmemoración.

Su presencia aportó un componente espiritual y consolador para quienes asistieron, muchos de ellos con recuerdos personales o familiares vinculados con la tragedia.
Este homenaje transcendido lo meramente deportivo: el paso del pelotón por Armero se transformó en un acto de memoria nacional.
Al detenerse en esas tierras marcadas por el dolor, los organizadores quisieron decir que Colombia no olvida, que el ciclismo también puede ser vehículo de reconocimiento y solidaridad.
Un gesto solidario del ciclismo
La conmemoración del Clásico RCN de los 40 años de la tragedia de Armero reafirma la importancia de mantener viva la memoria de los hechos que han marcado al país. Lea: Santa Fe confirma el futuro de Hugo Rodallega: se retirará en el club
Que esos gestos simbólicos sirvan para que las futuras generaciones no desconozcan la magnitud del sufrimiento vivido, y como un recordatorio del deber colectivo de prevención, atención y respeto ante las víctimas del pasado.