Un hombre arrestado el sábado por presuntos insultos racistas contra Antoine Semenyo, delantero ghanés del Bournemouth, en el partido inaugural de la Premier League frente al Liverpool, ha sido sancionado con la prohibición de entrar a cualquier estadio de fútbol en el Reino Unido.
La Policía de Merseyside informó este lunes que el individuo, detenido por un presunto “delito de orden público con agravante racial”, quedó en libertad bajo fianza, pero con la condición de no asistir a partidos ni acercarse a menos de 1,6 kilómetros de un estadio mientras avanza la investigación. Lea aquí: Jugador fue víctima de racismo en partido de Liverpool: investigan los hechos
El hecho se produjo en el minuto 29 del duelo en Anfield, cuando Semenyo denunció al árbitro Anthony Taylor los insultos que escuchó desde la grada, lo que llevó a detener brevemente el partido y a la expulsión del aficionado. Tras la reanudación, el ghanés de 25 años respondió en la cancha con un doblete, aunque el Liverpool terminó ganando 4-2.
Just a Liverpool fan casually racially abusing Antoine Semenyo
— Lea (@Lea_EFC) August 15, 2025
Watch this get swept under the carpet by Sky, Carragher and everyone else related to LFCpic.twitter.com/iPt2MpU4fY
Posteriormente, Semenyo denunció también haber recibido más abusos racistas a través de Instagram, algo que la empresa Meta confirmó estar investigando. En un mensaje en redes sociales, el atacante lamentó lo sucedido, pero resaltó la unión mostrada en ese momento por jugadores de ambos equipos, los árbitros y la afición.
“La pasada noche en Anfield se quedará conmigo para siempre, no por las palabras de una persona, sino por cómo toda la familia del fútbol se unió (…) El fútbol mostró su mejor cara cuando más importaba”, escribió el delantero, destacando además que marcar dos goles fue su mejor forma de responder dentro del campo. Le puede interesar: Premier League: Liverpool gana con drama y homenaje ante Bournemouth
Condenaron el acto de racismo en Inglaterra
La Premier League y la organización Kick It Out abrieron investigaciones y condenaron enérgicamente el acto, reiterando que “no hay lugar para el racismo en el fútbol ni en la sociedad”.