Real Cartagena sabe que está obligado a levantar cabeza este viernes cuando visite a las 3:30 de la tarde, al Boca Juniors de Cali, en el estadio Pascual Guerrero.
Será se cuarta salida en el II Torneo Betplay, en el que tiene una fecha aplazada, la del juego en casa ante Leones, que quedó estipulada para el próximo 18 de agosto. Te invito a leer: Real Cartagena: le suenan las campanas a Martín Cardetti; ¿qué hacemos?
Tras empatar por segunda vez consecutiva en casa y sin goles, esta vez ante Real Cundinamarca, los aficionados salieron del estadio Jaime Morón León la presencia de un volante ofensivo, algo que abiertamente ha rechazado Martín Cardetti, quien se resiste utilizar a un jugadores de las características de un volante ofensivo en su esquema de juego.
Si bien los tiempos han cambiado y el fútbol, sobre todo en Europa, se juega más vertical y con menos pausa, en Suramérica, en todas las ligas, esta figura de volante ofensivo o interior, como se le denomina ahora, se ve con mucha frecuencia.
En Colombia, por ejemplo, vemos volantes creativos como Edwin Cardona en Nacional, Javier Reina en Deportivo Cali, Yesus Cabrera en Pereira, Andrés Ricaurte en Fortaleza, Jarlan Barrera en el Medellín, Juan Pablo Nieto en Tolima.
Recientemente, en el pasado torneo, el fútbol profesional colombiano tuvo a Cariaco en Junior, Daniel Cataño y Daniel Ruiz en Millos y Juan Fernando, en una prueba más que los volantes 10 aún siguen vigente en el balompié nacional. Te invito a leer: Real Cartagena: sin fútbol ni ideas otra vez dejó amargo sabor en casa
Real Cartagena, sin brújula
En el Real no hay brújula, no existe un volante que genere juego, entregue pelotas finas, tome el manejo de juego y eso hace que sus posibilidades de ataque en el momento estén disminuidas. Antes, el auriverde tuvo a Teo, Chocolo Ramírez y Cristian Marrugo, jugadores ofensivos que ayudan mucho en función de ataque. Hoy Chocolo no está y Marrugo anda lesionado.
El próximo 28 de agosto se abre la ventana de pases. Ojalá y se pueda contratar un volante ofensivo porque el equipo anda en una oscuridad en la elaboración de ideas que da miedo.