El Tribunal de Apelaciones de Dublín desestimó este jueves el recurso interpuesto por Conor McGregor, excampeón de artes marciales mixtas (MMA), contra el fallo civil que lo responsabilizó por agresión sexual a Nikita Hands, una mujer de 35 años, durante un incidente ocurrido en diciembre de 2018 en un hotel de la capital irlandesa.
La decisión reafirma la sentencia emitida en noviembre pasado por el Tribunal Superior, que ordenó al expeleador de UFC pagar una compensación de 250.000 euros a la víctima por daños y perjuicios. Lea aquí: Video: Conor McGregor noqueó a otro hombre en una discoteca
McGregor, de 37 años, alegaba que nuevas pruebas podrían ofrecer una explicación alternativa a las lesiones físicas que presentó Hands tras la agresión. Su equipo legal intentó introducir estos elementos en el proceso de apelación, pero el tribunal rechazó la solicitud y mantuvo firme el fallo original, basándose en los cinco argumentos principales de la defensa, todos desestimados por los tres jueces encargados del caso.

Uno de los puntos más controvertidos fue la inclusión en el sumario de los interrogatorios iniciales realizados por la policía a McGregor, en los que el exluchador se amparó en el derecho a guardar silencio y respondió únicamente con un “sin comentarios”.
Así fue el juicio a McGregor
Durante el juicio civil, la defensa de Hands presentó evidencia médica contundente: hematomas visibles y lesiones internas confirmadas por varios profesionales de la salud. Uno de ellos detalló que tuvo que extraer con fórceps un tampón ubicado profundamente en la vagina de la mujer.
Por su parte, McGregor sostuvo que el encuentro fue consensuado, enérgico pero no violento, y que mantenía una relación previa con la denunciante, ya que ambos provenían de la misma comunidad en Dublín y compartían amistades. Le puede interesar: Autopsia reveló causa de la muerte de Hulk Hogan
Tanto McGregor como Hands reconocieron haber consumido alcohol y cocaína durante la fiesta celebrada en el Beacon Hotel, el lugar donde habría tenido lugar el hecho.

Este nuevo revés judicial marca otro capítulo complicado en la vida pública del luchador, quien a pesar de haberse retirado de la competición profesional, continúa siendo una figura polarizante dentro y fuera del deporte.