El emblemático MGM Grand Garden Arena, Manny Pacquiao, a sus 46 años y después de casi cuatro años de inactividad, realizó un regreso impresionante enfrentando al campeón welter de la WBC, Mario Barrios.
La combinación entre la expectación del público y el aura de leyenda que rodea al “Pac‑Man” inundó el recinto desde el primer campanazo.
Desde el round uno, Pacquiao impuso su velocidad y técnica. Con su característico juego de pies y jabs giratorios, se marcó como dueño del combate, especialmente durante los rounds 6 al 9, donde conectó izquierdas fuertes que aturdieron a Barrios. Lea: Copa América femenina: la selección Colombia goleó 4-1 a Paraguay
Mario Barrios, a pesar de la edad y carrera de su rival, recuperó terreno desde el round 10. En los últimos tres episodios, su perseverancia y su jab lo colocaron como claro ganador de esas tres entradas, nivelando la balanza en las tarjetas.
El resultado oficial fue un empate mayoritario: dos jueces lo vieron 114–114 y uno en favor de Barrios por 115–113. Esto significó que el título se mantuvo con Barrios, mientras que la fanaticada abucheó en señal de desacuerdo, convencida de que Pacquiao había hecho lo suficiente para ganar.
Pacquiao reconoció que su campamento, limitado a apenas dos meses por su campaña política, fue demasiado corto y se mostró abierto a seguir entrenando para un posible rematch.
Interés por una revancha
Barrios, por su parte, celebró haber defendido la corona frente a un rival legendario y también expresó interés en una revancha. Lea:
Aunque no obtuvo el triunfo, Pacquiao demostró que su grandeza no depende de los años. Volvió a brillar en un ring, inspirando a veteranos y reafirmando su legado en ocho divisiones diferentes. Lea: Así está la tabla de posiciones, tras la remontada de Junior ante Águilas
El combate reavivó la pasión mundial por el boxeo y encendió las especulaciones sobre futuros enfrentamientos contra figuras como Floyd Mayweather.