Sebastián Fundora reafirmó su dominio en el peso superwelter al derrotar nuevamente a Tim Tszyu por TKO tras siete asaltos, en la revancha disputada en el MGM Grand de Las Vegas.
El boxeador estadounidense, conocido como “The Towering Inferno”, hizo gala de su imponente altura y alcance para imponerse desde el primer round, envió a Tszyu a la lona con un cruzado de izquierda y controló la acción hasta que el australiano no regresó para el octavo asalto. Lea: Pacquiao vs Barrios: empate polémico en su regreso al boxeo
La cuenta oficial de BoxRec ya muestra a Fundora con récord de 25‑1‑1 (15 KOs), consolidado como campeón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), mientras que Tszyu sufre su tercera derrota en sus últimos cuatro combates, quedando en 25‑3 (18 KOs).
Fue una noche redonda para Fundora, quien demostró una evolución evidente desde su primera victoria por decisión dividida contra Tszyu en marzo de 2024.
Un Fundora de récord
La cuenta oficial de BoxRec ya muestra a Fundora con récord de 25‑1‑1 (15 KOs), consolidado como campeón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), mientras que Tszyu sufre su tercera derrota en sus últimos cuatro combates, quedando en 25‑3 (18 KOs).
Fue una noche redonda para Fundora, quien demostró una evolución evidente desde su primera victoria por decisión dividida contra Tszyu en marzo de 2024.
Tim Tszyu, que venía con el mejor ánimo tras su regreso en abril, se mostró serio y competitivo en varios momentos, incluso conectó algunos derechazos potentes en etapas intermedias.

Sin embargo, la superioridad física y técnica de Fundora —que lo dominó con su jab y combinaciones de izquierda— fue demasiado para el ex campeón, quien admitió en su entrevista poscombate que ya no podía seguir.
El momento decisivo llegó en el séptimo asalto, cuando Tszyu ya había soportado un castigo acumulado que incluyó un perfil serio, hematomas y un corte en una ceja. Lea: Últimas noticias del Real Cartagena, una de las figuras no jugará el lunes
En la esquina del australiano decidieron no arriesgar más y no salió a pelear el round ocho, provocando el stoppage técnico decretado por el árbitro Harvey Dock.