En la segunda semana del Tour, las verdaderas hostilidades empiezan a tomar forma en los Pirineos.
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Redacción DeportesTras una primera fase nerviosa y explosiva, esta montaña será la auténtica prueba de fuego para el maillot amarillo y sus principales rivales. Lea: Michael Kremers, el joven que une a Dubái y Cartagena con el baloncesto
Pogacar, que cedió el jersey ante Ben Healy, ya prepara su ofensiva en etapas clave: Hautacam, la cronoescalada a Peyragudes y la etapa reina con final en Superbagnères.
Estos tres ascensos podrían redefinir por completo la clasificación general.
El favorito inmediato, Tadej Pogacar, se muestra confiado: “Estamos listos para atacar las montañas”, afirmó tras el descanso. Aunque el equipo UAE ha sufrido altibajos recientes —con la baja de João Almeida por fractura de costilla y la salud mermada de Sivakov— Pogacar ha demostrado resiliencia, con dos victorias de etapa y una sólida actuación en la crono.
No obstante, reconoce que la segunda semana será decidida: el desnivel es comparable al de la tercera.
Frente a él, Visma-Lease a Bike ha desplegado una táctica agresiva. En Massif Central, con ataques constantes de Jorgenson, Kuss, Yates y Campenaerts, lograron aislar a Pogacar y minar a sus gregarios.
Aunque no lograron hacerle ceder tiempo, sí mostraron poderío, y Vingegaard demostró estar al nivel del campeón esloveno.
Según miembros del equipo Visma, esa presión ya ha empezado a afectar psicológicamente a Pogacar.
¿Atacará Vingegaard?
Jonas Vingegaard, con un déficit de solo 1:17 respecto a Pogacar, ha sido el único que ha seguido el ritmo del líder en los momentos clave. A pesar de su buena forma, se le cuestiona su capacidad para atacar decisivamente sin refugio táctico. Visma tratará de aprovechar los días montañosos para erosionar aún más el tronco de UAE y, si las piernas lo permiten, intentar un golpe decisivo.
La fragilidad del equipo de Pogacar, combinada con lo física y psicológica de la ofensiva de Visma, convierte los Pirineos en el terreno más propicio para el desenlace.
Pogacar lo sabe: si sale de esta semana con el maillot amarillo, la montaña alpina será menos crucial, pues tendría margen suficiente para defenderse. Lea: Joven tenista fue asesinada por su padre: confesión genera impotencia
Sin embargo, la segunda semana ya no depende solo de sus piernas: la táctica, el equipo y la mente serán la clave.
Esta semana podría decidir no solo el ganador del Tour, sino la narrativa de su rivalidad en los años futuros.