Durante la final del Mundial de Clubes conquistada por Chelsea, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió con una declaración nostálgica y contundente: eligió al brasileño Pelé como el ‘GOAT’, el mejor futbolista de todos los tiempos. La afirmación la hizo en una entrevista con DAZN, desde el palco del estadio MetLife en Nueva Jersey.
“Probablemente me inclinaría por lo clásico. Es como decir Babe Ruth en el béisbol, pero diría que Pelé fue grandioso”, expresó Trump, haciendo referencia al legendario astro del fútbol brasileño, a quien también vinculó con su juventud. Lea aquí: Donald Trump guardó el trofeo original del Chelsea campeón del Mundial

Trump recordó la etapa de Pelé en el New York Cosmos, donde el tres veces campeón del mundo jugó entre 1975 y 1977: “Hace muchos años, cuando yo era joven, trajeron a un jugador llamado Pelé para jugar en un equipo llamado el Cosmos”, dijo. “No quiero revelar mi edad —tiene 79 años—, pero fue hace mucho tiempo, cuando yo era un chico joven, y vine a ver a Pelé, y fue fantástico”, añadió.
Acompañado por la primera dama, Melania Trump, el presidente estadounidense presenció el partido entre Paris Saint-Germain y Chelsea desde el palco, donde estuvo junto a Gianni Infantino, presidente de la FIFA, con quien mantiene una relación cercana.
Donald Trump se hizo notar en la final del Mundial de Clubes
Al finalizar el encuentro, Trump bajó al campo para participar en la ceremonia de premiación. Junto a Infantino, entregó el trofeo al capitán del Chelsea, Reece James, así como las medallas a los campeones y subcampeones. Rompiendo el protocolo habitual, no se retiró tras el acto oficial, sino que permaneció en el terreno de juego celebrando con los jugadores del conjunto inglés. Le puede interesar: Video: momento en que Donald Trump rompió el protocolo en el Mundial de Clubes
De acuerdo con el ‘pool’ de la Casa Blanca, durante la ceremonia, Trump recibió tanto vítores como abucheos en al menos tres ocasiones, aunque parte del sonido fue ahogado por la música del estadio. Aun así, su presencia no pasó desapercibida en una final que, además de lo deportivo, tuvo tintes políticos y mediáticos.
