Carlos Alcaraz amortiguó los golpes de boxeo de Andrey Rublev y contraatacó para llevarse su mejor victoria de este Wimbledon (6-7 (5), 6-3, 6-4 y 6-4) y clasificarse a los cuartos de final donde le espera un viejo conocido como Cameron Norrie.

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JUAN MARTÍNEZ CASTELLAREl murciano, en su duelo más paciente hasta la fecha, jugó un partido muy meritorio y más cercano a la brillantez que acostumbra, en el que supone defenderse hasta el extremo del martillo de Rublev, al que le sobró piedad para castigar con premio. Te invito a leer: Piloto barranquillero Salim Hanna Hernández ganó premio de la Fórmula 4
El ruso es uno de los tenistas más inestables del circuito, aunque Alcaraz insistió en la previa que no regalaría nada, pero supo manejar sus emociones durante casi dos horas para comprometer de verdad las opciones del español en la pista en la que pone los dos últimos títulos en juego.
Su juego de hachazos y bombas le dio resultado durante los primeros compases. Se puso 4-1 y, pese a que perdió la ventaja con dos voleas terroríficas, no se marchó del partido. Estuvo estable y en el ‘tie break’ levantó un 4-5 y dos saques a Alcaraz. Con un saque a la línea y una derecha que también levantó cal, Rublev se puso por delante y aumentó las dudas de un Alcaraz que hacía algún gesto raro con el hombro, zona que masajeó su fisio en la mañana de este domingo durante el calentamiento.
Pero nada, falsa alarma. Alcaraz, con un nivel de concentración bárbaro y un saque muy mejorado -metió 22 ‘aces’, el segundo mejor registro de su carrera-, asumió los golpes que eran imparables en los dos segundos sets y contraatacó cuando hacía falta. Es lo más destacable de su partido, la defensa y contraataque, la capacidad de correr dos metros por detrás de la pista y levantar puntos desde posiciones “perdedoras”. Te invito a leer: Aryna Sabalenka, a tres partidos del título en Wimbledon
Porque Rublev, si tiene un problema, es que solo sabe jugar una cosa. No corta la pelota, no puede subir a la red y de hacer dejadas, olvídate. O palos o no hay más planes.
Si perdió el segundo y el tercer set fue porque básicamente tuvo un par de minutos malos, un par de juegos al saque que se le escaparon después de no haber aprovechado él sus escasas, pero aún así existentes, oportunidades.
La rotura que le diluyó, la del tercer set, fue fraguada con un ‘passing shot’ increíble pegado a la pared de fondo. Uno de esos puntos que levantó a los británicos de sus asientos y que provocó el rugido de las 15.000 personas presentes en la pista central, que dejaron el champagne a un lado para hartarse a aplaudir al chaval de El Palmar.
Al otro lado quedaba un Rublev destruido, consciente de que siempre cae en la misma trampa. Se acercaba su undécima derrota consecutiva (0-11) contra un ‘top 5’ en un Grand Slam. Es el único tenista en la historia que ha llegado a diez cuartos de final de un Grande y nunca ha pisado las semifinales. Parece estar maldito cuando los Grand Slams se ponen calientes y ni siquiera con su versión más tranquila y alejada de sus locuras -no rompió ni una raqueta- le da para ganar a los mejores en estos torneos.
Alcaraz es ya el segundo español con más cuartos de final en Wimbledon de la historia (3), solo por detrás de Rafael Nadal (8), e igualado con Feliciano López y Manolo Santana. Además, suma 75 victorias en Grand Slam, dato que para darle envergadura se puede comparar con las 100 que alcanzó esta misma semana Grigor Dimitrov, un hombre que lleva quince años en el circuito.
Este será el nuevo rival de Carlos Alcaraz
Su rival será un viejo conocido, Cameron Norrie, que ganó en cuatro horas y media a Nicolás Jarry y se verá las caras por séptima vez. Alcaraz ganó cuatro veces, en tierra batida y cemento, mientras que el británico le derrotó en Cincinnati 2022 y en Río de Janeiro 2023, en un día en que el murciano estaba claramente lesionado.