Aryna Sabalenka no dejó espacio para las sorpresas en su debut en Wimbledon 2025. La número uno del mundo se impuso con autoridad por 6-1 y 7-5 a la canadiense Carson Branstine, y regresó al triunfo en el All England Club dos años después, tras su ausencia en 2024 por una lesión en el hombro.
La bielorrusa no concedió ni una sola vez su servicio y, pese a reconocer en la previa que no sabía “nada” de su rival “más allá de que es guapa”, se mostró sólida frente a una Branstine que ofreció resistencia en el segundo set hasta el 5-5. Lea aquí: Aryna Sabalenka, la fuerza y fragilidad de una campeona del tenis mundial

Desde ahí, Sabalenka sacó ventaja con su potencia y mayor control, cumpliendo con el favoritismo que la acompaña como principal candidata al título.
En la siguiente ronda, enfrentará a la australiana Lulu Sun o la checa Marie Bouzkova.
Sabalenka, la favorita en Wimbledon
Sabalenka, quien en este 2025 ha sido la tenista más dominante del circuito con títulos en Brisbane, Miami y Madrid, y finales en Australia, Indian Wells y Roland Garros, ha reforzado su posición como número uno del mundo con casi 4.000 puntos de ventaja sobre Coco Gauff. Sin embargo, Wimbledon sigue siendo su gran cuenta pendiente.
Desde su debut en 2017, solo ha ganado once partidos en este torneo y nunca ha superado las semifinales: Karolina Pliskova la frenó en 2021 y Ons Jabeur en 2023. El año pasado, una lesión en el hombro la dejó fuera de combate, pero para esta edición se ha preparado a fondo, incluyendo entrenamientos con Novak Djokovic y una semana completa de adaptación en el césped del All England Club. Le puede interesar: Las sentidas disculpas de Sabalenka con Gauff tras polémicos comentarios

Más allá del juego, Sabalenka también ha buscado mejorar su imagen mediática, luego de las polémicas declaraciones que hizo tras perder la final de Roland Garros ante Gauff, en la que cometió 70 errores no forzados y lanzó una frase que levantó cejas: “Si Iga Swiatek hubiera llegado a la final, la hubiera ganado”. Más tarde intentó matizarla, aludiendo a la frustración del momento.
En un torneo sin una campeona dominante desde Serena Williams, que fue la última en repetir título (2015 y 2016), Sabalenka tiene una oportunidad dorada. Tiene el juego, la potencia y el hambre. ¿Será este, por fin, su Wimbledon?