Paul Pogba, el talentoso mediocampista francés, no pudo contener las lágrimas al estampar su firma en el contrato que lo vincula al AS Mónaco hasta junio de 2027. Este emotivo momento, capturado en un video difundido por el club, refleja el peso de un regreso al fútbol profesional tras casi dos años de ausencia. Después de una sanción por dopaje y un complicado período marcado por lesiones y problemas personales, Pogba encontró en Mónaco una nueva oportunidad para revitalizar su carrera. Sus lágrimas, cargadas de alivio y esperanza, simbolizan un renacer en la Ligue 1, donde debutará a los 32 años con el sueño de recuperar su mejor versión. Te invito a leer: Chelsea venció al Benfica en un duelo eterno y avanzó a cuartos
Este fichaje no solo marca el retorno de un campeón del mundo, sino también un capítulo de redención para Pogba, quien ha enfrentado adversidades dentro y fuera de la cancha. La emoción desbordada durante la firma del contrato evidencia el significado personal de este nuevo comienzo, respaldado por la confianza del club monegasco. Con la oportunidad de competir en la Champions League y la ambición de volver a la selección francesa para el Mundial 2026, Pogba se prepara para escribir una nueva página en su carrera, dejando atrás un pasado turbulento con la fuerza de quien ha superado grandes obstáculos. Te invito a leer: Paul Pogba volverá a jugar, este será su nuevo equipo
Paul Pogba y su amistad con Juan Guillermo Cuadrado
Paul Pogba y Juan Guillermo Cuadrado comparten una profunda amistad que trasciende el fútbol, forjada durante sus años juntos en la Juventus. Su vínculo, descrito como fraternal, se ha consolidado tanto dentro como fuera de la cancha, marcado por gestos de apoyo incondicional. Pogba ha destacado la nobleza de Cuadrado, especialmente durante su suspensión por dopaje, cuando el colombiano lo llamó frecuentemente, incluso rezando por él, un acto que emocionó profundamente al francés, quien lo considera “un hermano” con un “corazón enorme”.