Christopher Nkunku fue el héroe inesperado de una noche inolvidable para el Chelsea, que venció 4-1 al Benfica en un duelo caótico, suspendido por una tormenta eléctrica y definido en la prórroga.
El francés, que inició en el banco, apareció en el segundo tiempo del alargue para inclinar la balanza a favor del club inglés en el partido más largo del Mundial de Clubes 2025, disputado en el Bank of America Stadium, en Charlotte. Lea: Mundial de Clubes: suspendido el partido entre Chelsea y Benfica
El juego tuvo de todo: un parón de casi dos horas por tormenta, un penalti agónico convertido por Ángel Di María, una expulsión, ocho minutos de adición, y una prórroga con tres goles más.
El Chelsea avanzó a los cuartos de final, donde enfrentará al Palmeiras, mientras que el Benfica se despidió con honores y con el adiós definitivo de Di María al fútbol europeo.
El partido fue, en realidad, dos partidos en uno. Hasta el minuto 85, el Chelsea ganaba 1-0 con gol de Reece James y parecía tener el duelo bajo control.
Pero una mano en el área de Malo Gusto, sancionada vía VAR, le dio vida al Benfica, que igualó con un penalti de Di María. Justo después, llegó la suspensión por tormenta que dejó a todos en pausa antes de la prórroga.
Durante los 120 minutos reglamentarios, el equipo de Enzo Maresca fue superior. Con un juego ofensivo por izquierda, liderado por Cole Palmer y Marc Cucurella, el Chelsea creó las mejores oportunidades, encontrándose siempre con el muro que significó el portero ucraniano Trubin.
Sin embargo, un tiro libre de James sorprendió a todos y puso en ventaja al equipo inglés antes del empate luso.
El Benfica, liderado por un Di María inspirado pero solo en ataque, resistió con valentía y llevó la serie al alargue, a pesar de quedarse con diez por la expulsión de Gianluca Prestianni.
Pero en el tiempo extra, el físico pasó factura y el Chelsea lo aprovechó. Nkunku anotó tras un rebote mal manejado por Trubin y luego Pedro Neto y Kiernan Dewsbury-Hall sellaron la goleada en los últimos instantes.
El resultado fue engañoso: el Benfica peleó hasta donde pudo, recordando su histórica victoria sobre el Bayern en la fase de grupos. Pero ante un Chelsea más completo, más profundo en el banquillo y con más resto físico, terminó claudicando. La expulsión fue clave y el final fue un festín blue. Lea: Flamengo vs. Bayern de Múnich, hora y dónde verlo en el Mundial de Clubes
Con este triunfo, el Chelsea ratifica su favoritismo y se instala en cuartos de final como un serio aspirante al título. Por su parte, Di María cierra un ciclo: dijo adiós al fútbol europeo con un gol y lágrimas en el rostro. Su próximo destino será Rosario Central, su primer amor.