En la previa del debut de River Plate en el Mundial de Clubes 2025, se generó una atmósfera de tensión y desconcierto por la inesperada actitud del capitán del Urawa Red Diamonds, Marius Høibråten.
Al momento del saludo protocolar, mientras los jugadores de ambos equipos se alineaban, Hoibråten avanzó firme y erguido, sin extender su mano hacia los futbolistas de River ni hacia los jueces, rompiendo así con las convenciones de Fair Play habituales en este tipo de ceremonias. Lea: Las primeras palabras de Carlos Ramírez, nuevo refuerzo del Real Cartagena
La escena fue captada en cámara y, rápidamente, se viralizó en redes sociales, donde los hinchas millonarios manifestaron su sorpresa y enojo. Entre los futbolistas de River que se vieron más impactados se encontraban Germán Pezzella y Gonzalo Montiel, quienes aguardaban recibir el apretón de manos del zaguero noruego, pero solo obtuvieron una mirada fría y distantel.
El contraste fue evidente, ya que el resto del plantel japonés cumplió con el saludo habitual.
Gesto deliberado
Lejos de ser una omisión inadvertida, algunos interpretaron la acción como un gesto deliberado de provocación o desdén. Varios medios lo calificaron como una “falta de respeto” o un gesto “provocador”, al remarcar que mientras sus compañeros saludaban con cordialidad, Hoibråten avanzó sin solicitar ningún tipo de interacción. Lea: Jhon Durán no seguirá en Al Nassr: decisión de Cristiano Ronaldo
El gesto impactó no solo por su gravedad simbólica, sino porque ocurrió frente a una audiencia global en un evento de máxima visibilidad.
Más allá de la fría recepción en el campo, este episodio añadió un tinte emocional al duelo entre River y Urawa. Lejos de apaciguarse, el ambiente se cargó de tensión, elevando las expectativas sobre lo que podría ocurrir en el resto del partido. Políticos, hinchas y periodistas debatieron si el gesto influiría en el juego físico o mental del Millonario, acentuando el dramatismo previo al silbido inicial .