Independiente Medellín le ganó 2-1 al Deportes Tolima este domingo y aseguró su paso a la final de la Liga BetPlay. Con este resultado, el Poderoso de la Montaña se vuelve inalcanzable a falta de una jornada de que termine los cuadrangulares. Leíder Berrío y Juan David Arizala anotaron los goles del Medellín ante un cuadro pijao que fue un hueso duro de roer. A esta hora juegan Junior y América de Cali en el otro partido del grupo. Ambos están eliminados. Te invito a leer: Fútbol colombiano: los jugadores que terminan contrato ahora en junio
Así va el grupo A en los Cuadrangulares:
Un poco de la historia del Medellín
El Independiente Medellín, fundado el 14 de noviembre de 1913 en Medellín, Antioquia, es uno de los clubes más tradicionales y queridos del fútbol colombiano, conocido como el “Poderoso de la Montaña”. Sus orígenes se remontan a un grupo de aficionados liderados por Luis Eduardo Echavarría, y su primer nombre fue Medellín Foot Ball Club, adoptando el rojo y azul como colores inspirados en el amor y la lealtad. Te invito a leer: Los jugadores que no seguirían en el Real Cartagena
El club fue pionero en el profesionalismo colombiano, siendo subcampeón en la primera liga de 1948 y logrando su primer título en 1955 bajo la dirección de José Manuel Moreno. Con seis campeonatos de liga (1955, 1957, 2002-II, 2004-I, 2009-II, 2016-I) y tres Copas Colombia (1981, 2019, 2020), el DIM ha marcado época, destacando en la década de 1950 con la generación de “El Danubio Azul” y figuras como Felipe Marino. Su participación internacional incluye una semifinal de la Copa Libertadores en 2003, y su hinchada, la Rexixtenxia Norte, es reconocida como una de las más apasionadas del país.
A lo largo de su historia, el Independiente Medellín ha enfrentado altibajos, incluyendo crisis económicas y administrativas, como la intervención de la Superintendencia de Sociedades en los años 90, pero siempre ha resurgido gracias al apoyo de su afición y gestiones como la de Raúl Giraldo, quien consolidó al club como sociedad anónima. En la década de 2000, el DIM vivió un renacer con títulos bajo técnicos como Leonel Álvarez y una base de jugadores de su cantera, conocida por talentos como Juan Fernando Quintero y Andrés Ricaurte. Su estadio, el Atanasio Girardot, compartido con Atlético Nacional, es un ícono del fútbol colombiano, y la rivalidad en el clásico paisa define gran parte de su identidad, consolidándolo como un pilar cultural y deportivo de Antioquia.