El tenista serbio Novak Djokovic demostró porqué es el mejor tenista de la historia. Este jueves dio una cátedra de tenis en los cuartos de final del Roland Garros al derrotar al Alemán Alexander Zverev en cuatro sets 4-6, 6-3, 6-2 y 6-4.
Djokovic se la verá ahora con el número uno del mundo, el italiano Jannik Sinner, en una semifinal para alquilar balcones. Lea: Cristiano Ronaldo metió a Portugal en la final de la Nations League
A sus 38 años, Djokovic parece haber recuperado su mejor versión. Después de una temporada irregular, el serbio suma nueve triunfos seguidos, incluidos los que lo llevaron al título en Ginebra.
En Roland Garros no pierde desde los cuartos de final de 2022, cuando cayó ante Rafael Nadal. Al año siguiente ganó el trofeo y, tras retirarse en 2023 por lesión, volvió para conquistar el oro olímpico.
Con esta clasificación, Djokovic jugará su semifinal número 51 en torneos de Grand Slam, reforzando su leyenda en el tenis.
Su experiencia pesó frente a Zverev, a quien ya había enfrentado este año en Australia, aunque entonces se retiró antes del cruce. Esta vez, la historia fue distinta y el serbio impuso su jerarquía para frenar el buen momento del alemán en tierra batida.
Cátedra de tenis al más alto nivel
El partido fue de alto nivel desde el inicio. Zverev se llevó el primer set tras un arranque intenso, pero Djokovic reaccionó con solidez y comenzó a dominar los intercambios.
Con ajustes en su devolución y lectura táctica, el serbio anuló las fortalezas del alemán y se adueñó del ritmo del juego a partir del segundo set.
Djokovic encadenó siete juegos consecutivos que desmoronaron a Zverev, quien volvió a mostrar dificultades para sostenerse ante los grandes rivales en instancias clave. Lea: Eliminatoria: hora y dónde ver el juego entre Chile y Argentina
El serbio, en cambio, desplegó un tenis de altísima calidad y demostró que sigue siendo un serio aspirante al título en París. Su próximo gran reto: derribar al número uno, Jannik Sinner.