En la última etapa del Giro de Italia 2025, el ciclista colombiano Nairo Quintana protagonizó un gesto que ha generado tanto admiración como controversia: se detuvo para saludar al recién elegido papa León XIV en plena salida desde el Vaticano.
Este acto, aunque emotivo, podría acarrearle una sanción económica por romper el protocolo de la competencia. Lea: La razón por la que los Knicks de Nueva York despiden a su técnico
Durante la etapa 21, que inició simbólicamente en los jardines del Vaticano, el papa León XIV ofreció un discurso y bendijo a los ciclistas.
Según el protocolo establecido, solo los líderes de las diferentes clasificaciones estaban autorizados para acercarse al pontífice. Sin embargo, Quintana, sin portar ninguna de las camisetas de líder, decidió detenerse, bajarse de su bicicleta y estrechar la mano del papa, intercambiando algunas palabras con él.
Este gesto fue captado por las cámaras y rápidamente se viralizó en redes sociales.
Muchos seguidores del ciclista lo interpretaron como un acto de fe y valentía, destacando su devoción y respeto hacia la figura papal.
No obstante, la organización del Giro de Italia ha señalado que cualquier incumplimiento del protocolo puede conllevar sanciones económicas, que oscilan entre 100 y 500 francos suizos.
Quintana, de 35 años, expresó su emoción por el encuentro, afirmando que era un momento especial que no podía dejar pasar. Le manifestó al papa el orgullo que sienten los católicos y latinos por su elección y le pidió sabiduría en su pontificado.
Para reflexionar
Este acto ha abierto un debate sobre la rigidez de los protocolos en eventos deportivos y la posibilidad de flexibilizarlos en situaciones excepcionales.
Más allá de la posible sanción, el gesto de Quintana ha dejado una huella imborrable en la historia del ciclismo y ha resaltado la importancia de los valores personales y espirituales en el deporte. Lea: Talentos Cartageneros, cumpliendo sueños en la Primera C
Este episodio recuerda que, en ocasiones, los actos de humanidad y fe pueden trascender las estrictas normas de la competencia