La victoria sin precedentes del PSG ante el Inter de Milán en la final de la Liga de Campeones (5-0), que significó la primera de la historia del club parisino, colocó a Luis Enrique en un lugar privilegiado de la historia de los entrenadores con dos tripletes, igual que Pep Guardiola.
Luis Enrique hizo historia por partida doble. Consiguió la primera ‘orejona’ de un club que renació hace 15 años de la mano de Catar y que persiguió de manera incansable este objetivo. Ni con Messi, ni con Neymar, ni con Mbappe lo consiguió. Lea: ¡París al fin celebra! PSG gana su primera Europa Champions League
La rozó en 2020 pero se quedó a las puertas contra el Bayern.Tuvo que llegar el técnico asturiano para completar el reto, para rubricar la gesta. Pocos hubieran pensado que optaba a tal logro cuando rozó le desastre en la fase liga, sellando su pase a la fase eliminatoria en enero pero obligado a jugar los dieciseisavos que, por ejemplo, no tuvo que jugar el Inter.
Pero desde ese momento todo cambió. Dembelé estelar. ‘Kvara’ decisivo.
Doue asentado en el once. Una máquina que se olvidó de Mbappe y empezó a meter miedo en Europa. Primero al Liverpool. Luego al Aston Villa. Y después al Arsenal, donde ya se consagró incluso favorito para la final.Y ejerció su papel en el Allianz. Intratable. Lea: Desconvocado Jhon Córdoba de la selección Colombia por lesión
Luis Enrique lo vivió con tranquilidad en el banquillo. Y eso que estaba a punto de igualar a uno de los mejores entrenadores de la historia en un registro tan complicado como el de los tripletes.