Omar Acosta Soto goza de todo el reconocimiento de su gente. En Olaya Herrera, calle Rafael Núñez, sector la Villa, todos le quieren. Lo logrado por este atleta, quien en los Juegos Paralímpicos anteriores logró diploma olímpico, ha sido motivo de alegría para todos los habitantes del barrio.
Pero para llegar ahí, Onelia Soto, su madre, contó que no ha sido para nada fácil lo vivido por Omar antes y después de salir de su vientre. Te invito a leer: Real Cartagena: día y horario de las primeras fechas de los cuadrangulares
“A mi hijo lo rechazaban hasta en mi familia, la gente en la calle también hablaba muy mal, me decían que era un bastardo, un mongólico, fue muy feo”, dice Onelia, quien asegura que quedó embarazada con tan solo 16 años.
Iba a abortar:
“Cuando me enteré que estaba embarazada intenté abortar porque mi mamá y mi papá no sabían nada y yo era una niña, estaba confundida, cuando se enteraron me regañaron y me dijeron que si había salido embarazada tenía que salir sola adelante”, agrega.
Peleó para vivir
Cuenta Onelia que de 8 meses de embarazo se resbaló y botó el líquido amniótico y eso adelantó el parto.
“Mi hijo nació con problemas respiratorios, no respondía a nada, los médicos pensaban que estaba muerto, los mismos médicos me decían que se iba a morir y yo les decía que él viviría. Me lo llevé para la casa y con cuidados de mi mamá, de mi abuela y mío aquí está Omar”, sostiene.
Vendían fritos:
La situación económica de la familia no era la mejor, pero el destino le tenía algo bueno, bien guardado para su retoñito.
“Salíamos a vender fritos para poder tener con qué comer, pero cuando Omar se metió al deporte todo cambió positivamente para nosotros. Yo creía que él no estaba para el deporte, pero el profe Kenry Sanmiguel me decía que estaba para grandes cosas y así fue, compitió en Juegos Paranacionales y dio buenos resultados”.
Se siente feliz, muy orgullosa de su hijo. “Ir a unos Juegos Paralímpicos en Tokio y quedar de octavo es algo grande. La gente decía que era mongólico, pero hoy todos lo alaban, lo quieren, lo valoran”.
Onelia siempre ha estado ahí para su hijo y él también lo ha estado para ella. “Cuando comenzó en el deporte me decía que me sacaría adelante y así ha sido, me siento una mamá muy feliz”. Te invito a leer: Real Cartagena: el descubrimiento que le salió muy bien a Cardetti
Hizo historia
Se convirtió en el primer paratleta de Colombia, en competir en T36 y ganar diploma, distinción que se les otorga a los ocho primeros en este importante evento internacional.
Con 5,48 metros, selló una participación de lujo en salto largo.
En mayo, en el mes de las madres, doña Onelia quiso contar su historia de vida para decirle al mundo que es una privilegiada y para darle gracias a Dios por la bendición de tener a Omar consigo”.
“Es un joven noble, respetuoso, humilde, con un gran corazón y temeroso de Dios. Como deportista es talentoso, disciplinado y perseverante”, remata.
El deporte lo ha llevado a conocer muchos países de Suramérica y Europa, en donde ha dejado buenas marcas y se ha llevado consigo a su corazón grandes experiencias. Omar es ganador, exitoso. Es hijo de Onelia y la hecho feliz, muy feliz.