El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona ha revelado nuevas y graves acusaciones contra su médico personal, Leopoldo Luque.
Durante la audiencia del 24 de abril de 2025, el cirujano Rodolfo Benvenuti declaró que Luque falsificó un informe médico al atribuirse la autoría de la cirugía realizada al exfutbolista el 3 de noviembre de 2020, tres semanas antes de su fallecimiento. Lea: Copa Libertadores: anulan gol a Nacional y cae en Brasil
Según Benvenuti, la operación fue llevada a cabo por un equipo liderado por el cirujano Pablo Rubino, y no por Luque, quien insistía en intervenir a Maradona pese a no contar con la experiencia necesaria en neurocirugía craneal .
Benvenuti explicó que fue convocado por el entorno íntimo de Maradona, particularmente por el abogado Víctor Stinfale, para evaluar si Luque estaba capacitado para realizar la cirugía.
Consideró que Luque, aunque era neurocirujano, se especializaba en operaciones de columna vertebral y no de cráneo, por lo que “no estaba a la altura” de la tarea. Esta evaluación fue respaldada por las hijas de Maradona, quienes también se opusieron a que Luque lo operara .
Durante su testimonio, Benvenuti relató un episodio tenso entre Luque y Stinfale, en el que el primero insistía en operar a Maradona, llegando a decir que se le estaba quitando “la oportunidad de su vida”.
Finalmente, Luque accedió a no realizar la operación, siempre y cuando se le permitiera figurar como primer cirujano en el informe oficial, lo cual finalmente sucedió. Este acto es considerado una falsificación de documento médico, un elemento crucial en el juicio .
El juicio, que busca esclarecer si siete trabajadores de la salud son culpables por el fallecimiento de Maradona, ha sacado a la luz múltiples irregularidades en la atención médica que recibió el astro argentino. Además de Luque, están imputados otros profesionales, entre ellos la psiquiatra Agustina Cosachov y el psicólogo Carlos Díaz, quienes enfrentan cargos por homicidio simple con dolo eventual.
La fiscalía sostiene que Maradona fue “asesinado” debido al desprecio de los acusados por su salud, y presentó pruebas como una foto del cuerpo edematizado del exfutbolista, argumentando que fue víctima de una atención “deficiente” y “temeraria”.
Las penas para los acusados podrían oscilar entre 8 y 25 años de prisión.
Este nuevo escándalo en el juicio por la muerte de Maradona subraya las fallas en la atención médica que recibió el ídolo argentino en sus últimos días y pone en entredicho la ética profesional de quienes estaban encargados de su cuidado. Lea: El Cucho se consolida: clave en la victoria del Betis ante Valladolid
La comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo de este proceso judicial que busca justicia para uno de los más grandes futbolistas de la historia.