Hace apenas dos años, Payton Pritchard parecía condenado al olvido en la rotación de los Boston Celtics. Bajo la dirección de Joe Mazzulla, el base no encontraba minutos significativos, pero todo cambió la temporada pasada cuando Boston logró su título número 18 de la NBA. Desde entonces, Pritchard se ha convertido en una pieza clave desde la banca, y este año, su aporte ha sido tan valioso que fue reconocido como el Sexto Hombre del Año, un premio que rinde homenaje a la leyenda celta John Havlicek.
Durante la actual temporada, Pritchard jugó 80 partidos, solo tres de ellos como titular, pero promedió más de 28 minutos por encuentro. Con 14.3 puntos por partido y un 40.7% de efectividad en triples, el base ha sido una chispa constante para los Celtics, que sueñan con repetir campeonato por primera vez desde la era de Bill Russell. Su intensidad, control del balón y energía han sido elementos vitales en el éxito de la franquicia. Lea: El papa Francisco será homenajeado en partidos de la Conmebol: así será
Este reconocimiento no llegó sin sacrificios. En su tercera temporada, Pritchard apenas disputó 48 juegos y estuvo cerca de abandonar Boston. Sin embargo, su mentalidad evolucionó y aprendió a aceptar un rol menos protagónico, pero igual de importante. “No entro al partido sabiendo cuándo voy a jugar, pero una vez tengo la oportunidad, la aprovecho al máximo”, afirmó el jugador.
La madurez mental fue clave en su evolución. Pritchard reconoce que al principio se frustraba por la falta de minutos, pero con el tiempo entendió que el rol de suplente también exige preparación y disciplina. “Se trata de estar listo para tu momento y nunca mirar atrás”, dijo. Su constancia le ha permitido destacarse en cada oportunidad que recibe.
El premio fue otorgado con contundencia: Pritchard recibió 82 votos para el primer lugar, 13 para el segundo y 5 para el tercero, siendo el único jugador presente en todas las papeletas. Detrás de él quedaron Malik Beasley, de los Detroit Pistons, y Ty Jerome, de los Cleveland Cavaliers, quienes también tuvieron campañas destacadas desde el banco.
“Cada año mejoras un poco”, reflexionó Pritchard antes de recibir oficialmente el galardón. “Puede ser que ahora soy más fuerte, tengo mejor forma física o más inteligencia en cancha. Lo importante es seguir creciendo”. Con su nuevo rol consolidado y un premio que lo respalda, Pritchard se ha convertido en uno de los pilares silenciosos del éxito de los Celtics.