Rafael Nadal, leyenda del tenis y ganador de 22 títulos de Grand Slam, fue claro y sereno este lunes al recibir el Premio Laureus al Icono Deportivo: no extraña las pistas ni un poco. A sus 38 años, y luego de haber anunciado su retiro definitivo en noviembre de 2024, el mallorquín aseguró que cerró su ciclo en el momento justo.
No echo de menos el tenis. Cero. No porque haya terminado peleado con el deporte o agotado. Todo lo contrario: me fui feliz”.
Rafael Nadal (Extenista español)
“Si hubiera podido seguir jugando, lo habría hecho. Pero cuando uno se da cuenta de que ya no puede más, toca cerrar la etapa”. Lea aquí: Holger Rune frena en seco a Carlos Alcaraz y gana el Conde de Godó
El español explicó que se dio un tiempo prudente antes de tomar la decisión, y una vez comprobó que su cuerpo ya no estaba al nivel competitivo que requería, lo tuvo claro. “Terminé con la tranquilidad de saber que lo di todo. Y el cuerpo no daba más”, añadió.
Nadal, quien además de sus Grand Slams ganó dos oros olímpicos (Pekín 2008 en individual y Río 2016 en dobles), cinco Copas Davis, dos Copas Laver y fue distinguido con el Premio Príncipe de Asturias en 2008, subrayó que ahora sigue viendo tenis y otros deportes, pero “como un espectador más”.

Rafael Nadal habló sobre un futuro cercano al tenis
Consultado sobre un posible futuro como capitán de la Selección Española de Copa Davis o como director de algún torneo como el Conde de Godó, Nadal no cerró la puerta, pero tampoco se apresura.
“No lo sé. Me apasiona el deporte, pero acabo de cerrar un camino muy largo. Ahora me toca prepararme para lo que viene. Tengo una familia, un equipo que me ha ayudado a prepararme para esta etapa, y aunque podría ser candidato, aún no se dan las circunstancias. No digo que no, pero será en unos años”. Le puede interesar: El papa Francisco y su lazo espiritual y futbolístico con Colombia
El ahora extenista agradeció profundamente a la Academia Laureus y a quienes lo votaron para recibir este reconocimiento, y aprovechó para poner en valor la importancia de los referentes y del entorno.

“Las palabras tienen cierto poder, sí, pero los ejemplos tienen aún más. He tenido buenos referentes y la suerte de rodearme de un ambiente positivo y con los valores necesarios para vivir mi carrera de forma natural”, concluyó.