Rory McIlroy escribió una página dorada en la historia del golf al ganar este domingo el Masters de Augusta y convertirse en el sexto jugador en lograr el Grand Slam de carrera. El norirlandés conquistó la ansiada chaqueta verde tras imponerse en un desempate de muerte súbita con un golpe magistral: un wedge a solo cuatro pies del hoyo para birdie, en una jornada inolvidable marcada por el drama y la emoción.
Lo que parecía una cómoda coronación en los últimos nueve hoyos del Augusta National terminó siendo una montaña rusa emocional. Con varios cambios inesperados de liderazgo y golpes decisivos, el torneo se transformó en una batalla mental. Al final, McIlroy cayó de rodillas, con lágrimas de alegría e incredulidad, sabiendo que había alcanzado una meta que lo eludió durante más de una década. Lea: Histórico logro de Quintana: le ha ganado a todos los equipos de la MLB
El inicio del tramo final fue complejo para McIlroy. Perdió rápidamente una ventaja de dos golpes en apenas dos tiros, y más tarde vio desvanecerse una delantera de cuatro golpes en solo tres hoyos, incluyendo un error crucial al enviar un wedge al afluente de Rae’s Creek en el hoyo 13, uno de los momentos más críticos del día.
Sin embargo, cuando parecía que otro major se le escaparía entre los dedos, McIlroy respondió con la determinación de los grandes. Dos tiros perfectos bajo presión, en el momento más decisivo, lo llevaron a asegurar el birdie en el hoyo extra y sellar su victoria más emotiva.
Este título en Augusta pone fin a una sequía de 11 años sin títulos de Grand Slam para el golfista de 34 años. Durante ese tiempo, acumuló frustraciones y altibajos, con la constante sombra de la chaqueta verde como cuenta pendiente. Ahora, finalmente puede respirar con tranquilidad y orgullo. Lea: Técnico Milton García sufrió un derrame cerebral y su familia pide ayuda
Con este triunfo, McIlroy se une a un grupo legendario que incluye a Tiger Woods, Jack Nicklaus, Gary Player, Ben Hogan y Gene Sarazen, los únicos en conquistar los cuatro grandes del golf profesional. Su nombre, ya grabado entre los mejores, brilla con más fuerza tras una de las victorias más emocionantes de los últimos tiempos.