En un arranque del Masters 2025 que parecía destinado a girar en torno a los nombres de siempre —Scottie Scheffler y Rory McIlroy—, Justin Rose irrumpió con autoridad para cambiar la narrativa. El golfista británico de 44 años firmó una sensacional tarjeta de 65 golpes, siete bajo par, y se adueñó de los reflectores con una actuación que fue casi nueve golpes mejor que el promedio del campo.
Rose, que ya había brillado en Augusta en ediciones anteriores, supo desde temprano que su ronda tenía algo especial. Arrancó con tres birdies consecutivos, repitió la racha en la mitad del recorrido, y aunque cerró con un bogey en el hoyo 18, su rendimiento le permitió tomar una ventaja de tres golpes sobre un grupo que incluye al favorito Scheffler, al sueco Ludvig Åberg y al canadiense Corey Conners. Lea: Dolorosa derrota de Nacional ante Internacional en la Copa Libertadores
Más allá del marcador, lo impresionante fue el contexto. El campo del Augusta National, endurecido por la lluvia de días previos, presentó condiciones especialmente difíciles. El promedio de golpes de la jornada fue de 73.6, y solo seis jugadores lograron bajar de 70. En ese escenario, el 65 de Rose fue calificado como “ridículo” por Viktor Hovland, quien destacó la firmeza extrema de los greens como uno de los mayores desafíos.
La actuación de Rose también le permitió romper un récord del torneo: es la quinta vez que lidera —o comparte el liderato— tras 18 hoyos en el Masters, superando la marca que tenía Jack Nicklaus. Sin embargo, mientras el legendario estadounidense presume seis chaquetas verdes, Rose aún busca la suya. Su oportunidad más clara fue en 2017, cuando perdió el título en un desempate ante Sergio García.
“Mi buen golf ha vuelto”, dijo Rose tras la jornada. “Tal vez este año no he sido tan consistente, pero siento que cuando estoy jugando bien, compito al más alto nivel. Estoy emocionado por volver a estar en la pelea”. También reflexionó sobre la importancia de mantenerse vigente: “No tengo la chaqueta verde todavía, pero la única forma de tener oportunidades es aparecer en la tabla de líderes”.
Mientras tanto, Scheffler cumplió con una ronda impecable de 68 golpes sin bogeys y continúa en la pelea por su tercera chaqueta verde en cuatro años. McIlroy, por su parte, volvió a quedarse corto en su intento por completar el Grand Slam. El norirlandés firmó un 72 tras cometer dos dobles bogeys en los últimos hoyos y evitó dar declaraciones al final del día.
Entre los que también destacaron estuvieron Bryson DeChambeau y Tyrrell Hatton, quienes con 69 golpes lideraron la representación de LIV Golf. DeChambeau, con siete birdies, dio una nueva muestra de su capacidad para anotar, pese a una jornada de altibajos. Lea: Así va la Liga de Colombia tras el triunfo de La Equidad ante Santa Fe
Así, el primer día del Masters dejó claro que Augusta no perdona, pero también que la historia puede cambiar de manos en un solo día. Justin Rose lo demostró, y ahora tendrá la misión de mantener ese impulso en las jornadas venideras.