Cartagena no solo se prepara para una semana de competencia náutica. Lo que se vive con el Cartagena Sailing Week 2025 es una celebración colectiva del mar, la diversidad y la identidad de una ciudad que siempre ha mirado al horizonte.
Más allá de las velas y las regatas, este evento internacional se convierte en un punto de encuentro entre culturas, generaciones y saberes, todo enmarcado en las aguas vibrantes del Caribe colombiano.
Organizado por la Liga de Vela de Bolívar y la Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla”, el certamen de este año no solo convoca a expertos navegantes de México, Perú, Guatemala, Ecuador y Aruba, sino que también crea espacios de formación y diálogo entre navegantes, entrenadores y la comunidad cartagenera. Lea: El boxeo noquea la incertidumbre: sí estará en los Olímpicos de Los Ángeles
La clínica de vela del 13 al 17 de abril servirá como un laboratorio vivo de aprendizaje y perfeccionamiento, mientras que el campeonato, del 18 al 20, llevará la adrenalina y la estrategia al máximo nivel.
Pero la verdadera fortaleza del Sailing Week radica en cómo Cartagena se apropia del evento. Desde el diseño del buzo oficial, creado por la artista local María Elena Garrama, hasta los trofeos fabricados por jóvenes talentos de la Universidad de Bellas Artes (UNIBAC), esta semana no solo habla de competencia, sino de pertenencia. Cada detalle cuenta una historia local, cada pieza es una forma de anclar el evento a la esencia de la ciudad.

“Queremos que este no sea un evento solo para los que navegan, sino también para quienes habitan esta ciudad. Que el mar sea una excusa para encontrarnos”, señala Juan Carlos Vásquez, presidente de la Liga de Vela.
Esa visión incluye a los residentes y visitantes, que podrán disfrutar de las regatas desde lugares icónicos como Castillogrande, Tierra Bomba o las playas frente al Hotel Caribe, con una vista privilegiada del talento que surca las olas.
El Sailing Week también representa una oportunidad para fortalecer el turismo deportivo, que cada vez gana más terreno como motor de desarrollo local. Con el respaldo de aliados como Electrolit y Districandelaria, Cartagena se posiciona como una ciudad anfitriona de eventos náuticos de alto nivel, capaces de atraer visitantes, dinamizar la economía y proyectar su imagen al mundo.
Además, el evento es una plataforma para inspirar a las nuevas generaciones de navegantes. Al ver a deportistas internacionales competir en sus aguas, muchos niños y jóvenes cartageneros pueden descubrir una vocación o un sueño. La apuesta por la formación no es solo técnica: es también social y emocional. Lea: Así fue la victoria de Carlos Alcaraz para avanzar a cuartos en Montecarlo
Durante estos días, Cartagena no solo se viste de velas y viento: se llena de historias cruzadas, acentos diversos, emociones compartidas y un profundo respeto por el mar. El Cartagena Sailing Week es, ante todo, una afirmación de que esta ciudad sigue navegando hacia el futuro con rumbo claro y espíritu abierto.