El baloncesto colombiano vive un momento agridulce. Mientras el nivel competitivo de los jugadores ha mostrado un crecimiento notable en las últimas competencias internacionales, enfrentando de tú a tú a las potencias del continente americano, el manejo dirigencial parece estancado y, para muchos, en franco retroceso.
Esta desconexión entre el progreso deportivo y la administración quedó en evidencia con la reciente sanción impuesta por la Federación Colombiana de Baloncesto a tres importantes equipos: Titanes de Barranquilla, Corsarios de Cartagena y Búcaros de Bucaramanga. La sanción responde a la ausencia de estos clubes en el torneo del segundo semestre del año pasado. Lea: NBA: Thunder se venga de Lakers y Shai Gilgeous-Alexander anota 42 puntos
Sin embargo, los representantes de estos equipos consideran la medida injusta, argumentando que en ediciones anteriores otros clubes también se ausentaron sin ser castigados. En respuesta, organizaron el pasado martes una rueda de prensa en el Hotel JW Marriott de Bogotá, con el propósito de exponer públicamente su situación.
El evento, moderado por la periodista Liche Durán, reunió a Alberto Caparroso (Titanes), Paolo Simonetti (Corsarios) y Manuel González (Búcaros), quienes denunciaron arbitrariedades de la Federación, presidida por John Mario Tejada. Los directivos aseguran que la sanción no solo les perjudica, sino que también afecta el desarrollo del baloncesto en sus respectivas ciudades.
Durante la comparecencia, revelaron detalles del proceso sancionatorio, aseguraron tener pruebas de la injusticia de la medida y anunciaron acciones legales y administrativas en defensa de sus equipos. Según afirmaron, esta situación representa un duro golpe a años de trabajo, inversión y compromiso con el desarrollo deportivo.
El anuncio más impactante de la jornada fue el retiro oficial de los tres clubes de la Liga Profesional de Baloncesto. “Nos sancionaron por la espalda. Nunca antes habían sancionado a ningún club. Esto no tiene precedentes”, declaró Caparroso, presidente del múltiple campeón Titanes de Barranquilla.
Por su parte, Paolo Simonetti lamentó profundamente la situación. “Nuestro proyecto de Corsarios lleva cinco años. Queríamos que creciera, que rindiera frutos. Más allá del tema económico, queríamos acercar este bello deporte a los niños y jóvenes de los barrios. Ha sido un atropello a nuestros derechos y esfuerzos”, expresó con pesar.
Manuel González, directivo de Búcaros, fue aún más contundente al revelar que ha recibido amenazas por cuestionar el manejo de la liga. “No hay derecho a que Titanes, con nueve títulos, y Búcaros, con 30 años de historia, sean tratados de esta forma. Yo no voy a estar en un negocio que no sea rentable”, sentenció.
Los tres dirigentes coincidieron en que las diferencias pudieron haberse solucionado en una Asamblea, pero lamentan que se haya optado por una vía punitiva sin precedentes. Acusan a la Federación de actuar con motivaciones personales más que deportivas. Lea: La final del Sudamericano sub 17 será en Cartagena, ¿qué día se jugará?
De esta forma, las ciudades de Barranquilla, Cartagena y Bucaramanga, pilares del baloncesto profesional colombiano, se quedan sin representación en la liga. Justo cuando el talento de selección vive uno de sus mejores momentos, la dirigencia parece llevar el deporte a una crisis profunda.