La vida es un ratico, dicen. Esta frase se relaciona con Jorge Bolaño, quien en la mañana estaba bien, y en la noche falleció a causa de un infarto. El exjugador de Junior y de la Selección Colombia, antes de su muerte, que fue ayer domingo 6 de abril, fue a una iglesia en Cúcuta, en donde se tomó una foto con el sacerdote de esa casa parroquial. La imagen la publicó el periodista Ricardo Gutiérrez, en su cuenta de X.
“Esta fotografía fue hoy 6 de abril de 2025 en Cúcuta a las 11:00 a. m., aproximadamente, en la Parroquia Santa Ana con el sacerdote Alonso Leal. Horas después nos enterábamos que el gran Jorge Bolaños había fallecido. Señor jugador y una gran persona”, escribió Gutiérrez. Te invito a leer: Sin quererlo, con ‘trencito’ jugadores de Junior rindieron homenaje a Bolañito
Así fue que falleció Jorge Bolaños
Jorge Eladio Bolaño Correa falleció este domingo en Cúcuta, a los 47 años de edad, tras sufrir un infarto mientras participaba en una fiesta en la capital de Norte de Santander. La noticia conmocionó al país y se conoció en pleno partido entre Junior de Barranquilla y el Independiente Medellín, precisamente el equipo del cual Bolaño era hincha y figura histórica.
Hijo del también futbolista Óscar Bolaño, quien integró la Selección Colombia subcampeona de la Copa América en 1975, Jorge heredó el talento y la pasión por el fútbol. Su carrera profesional comenzó a brillar desde temprana edad, destacándose en el equipo colombiano que ganó el Campeonato Suramericano Sub-17 en 1993, bajo la dirección técnica de Germán ‘Basílico’ González. Te invito a leer: El último vagón del trencito: el homenaje que anticipó la partida de Bolañito
Con el Junior de Barranquilla, club al que estuvo profundamente ligado, Bolaño conquistó dos títulos del fútbol profesional colombiano en 1993 y 1995. Su talento lo llevó al fútbol europeo, donde defendió los colores del Parma y la Sampdoria en Italia, antes de regresar al país para jugar también con el Cúcuta Deportivo.
A nivel de selecciones, Jorge Bolaño representó a Colombia en el Mundial de Francia 1998, siendo parte del grupo que enfrentó a grandes potencias del fútbol mundial. Un año después, se consolidó como una de las figuras del combinado nacional en la Copa América de 1999, aportando su carácter y experiencia en el mediocampo.