Barcelona dejó pasar una gran oportunidad de recortar distancia con el Real Madrid este sábado, al empatar 1-1 en casa frente al Betis. El conjunto azulgrana no logró imponer condiciones en el estadio de Montjuic, en un duelo donde el visitante se cerró bien en defensa y el local careció de eficacia en el último tercio.
El resultado fue aún más frustrante para los culés considerando que, horas antes, el Real Madrid había caído 2-1 ante el Valencia. La posibilidad de acortar terreno en la pelea por LaLiga estaba servida, pero el Barça no supo capitalizarla ante un rival que se mantuvo firme y supo resistir los intentos blaugranas. Lea: Solo la muerte frenó a Ayrton Senna, ¿por qué es el mejor de la Fórmula 1?
La tensión fue evidente al finalizar el compromiso, y varios jugadores del equipo local mostraron su inconformismo con las decisiones arbitrales. Entre ellos destacó el brasileño Raphinha, quien protagonizó una tensa escena con dos de sus propios compañeros tras el pitazo final.
El primer momento de fricción ocurrió con Robert Lewandowski. Mientras varios futbolistas se dirigían al árbitro Gil Manzano para reclamarle, Raphinha alzó la voz con vehemencia, algo que no fue bien recibido por el delantero polaco, quien lo manoteó y le exigió que se marchara hacia los vestuarios para evitar mayores sanciones.
Lejos de calmarse, Raphinha mantuvo su actitud airada mientras se dirigía al camerino. En ese trayecto, tuvo un cruce con uno de los asistentes arbitrales, al que le gritó: “¡Tú a mí no me mandas callar, no me mandas callar!”. La escena subió de tono cuando apareció el arquero Marc-André Ter Stegen para intentar calmarlo.
El intento del guardameta alemán por tranquilizar al brasileño no surtió efecto. Raphinha, aún molesto, se lo quitó de encima con un gesto brusco, lo que provocó que Ter Stegen reaccionara empujándolo y lo mandara directamente al vestuario, visiblemente contrariado por la situación. Lea: Regata de los Almirantes 2025: competencia extrema y espíritu solidario
El episodio ha generado debate entre los aficionados y medios afines al club, con especulaciones sobre una posible confrontación interna. Sin embargo, según la prensa española, el vestuario del Barcelona sigue sólido y los hechos se enmarcan dentro de la tensión natural que genera un partido con tanto en juego.