La Fiscalía de Delitos de Odio de Barcelona ha solicitado el archivo de la causa abierta contra dos seguidores del FC Barcelona acusados de lanzar insultos racistas contra el jugador brasileño Vinicius Jr. durante un clásico disputado en octubre de 2023 en el estadio de Montjuïc. El Ministerio Público descarta que los hechos constituyan un delito de odio o de trato degradante.
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El UniversalEn un escrito al que tuvo acceso la agencia EFE, la Fiscalía argumenta que no se ha podido esclarecer con certeza cuáles fueron las expresiones exactas proferidas por los acusados. Incluso en el caso de que estas resultaran ofensivas, la autoridad judicial considera que no tuvieron la gravedad suficiente para constituir un delito penal, ya que no provocaron reacciones colectivas ni la suspensión del partido. Lea: Argentina vs. Brasil: Raphinha calienta el clásico con lenguaje picante
La causa se abrió a raíz de un informe de los Mossos d’Esquadra, que identificó a tres aficionados del Barça como responsables de los cánticos racistas, uno de ellos menor de edad. Las imágenes captadas por las cámaras del estadio y la declaración de un testigo fueron claves para la identificación. Vinicius Jr. está personado en el proceso como parte perjudicada.
Uno de los investigados se negó a declarar, mientras que el otro se reconoció en los videos, aunque negó haber insultado al jugador. Según su testimonio, lo que gritó fue “mucho morro”, dirigido al árbitro tras una jugada polémica protagonizada por el futbolista del Real Madrid.
Vinicius, por su parte, aseguró en su declaración que se sintió ofendido tras ver las imágenes donde presuntamente se le gritaba “mono” y “tonto mono”, aunque aclaró que no escuchó esos insultos en el momento del partido. Un informe de lectura labiofacial aportado por LaLiga identifica las palabras “puto mono”, pero la Fiscalía señala que no hay certeza sobre lo que realmente se dijo.
Para la Fiscalía, incluso si se confirmara el uso del término “mono”, las expresiones no cumplen con los requisitos legales para tipificarse como delito de incitación al odio o trato degradante. Subraya que no hubo “efecto llamada” entre el público, no se interrumpió el encuentro y no existen vínculos con grupos radicales por parte de los implicados. Lea: El Estadio Jaime Morón León brilla en la previa del Sudamericano Sub-17
Aunque solicita el archivo penal, el Ministerio Público insta a remitir el caso a la Oficina de Igualdad de Trato y No Discriminación por si procediera abrir un proceso sancionador administrativo. La Fiscalía concluye que los hechos, aunque reprobables, no alcanzan el umbral exigido por la legislación penal para considerar que hubo delito.