La historia del baloncesto moderno no se puede escribir sin dos nombres que han definido una era: LeBron James y Stephen Curry.
En la noche del martes, cada uno en escenarios diferentes, volvieron a demostrar por qué son figuras trascendentales en la NBA. Uno, con la solidez de un coloso que sigue haciendo historia a los 40 años; el otro, con la precisión y el carisma que han convertido cada una de sus actuaciones en el Madison Square Garden en un espectáculo imperdible. Lea: ¿Qué pasó entre Sergio Ramos y el colombiano Nelson Deossa?
En Los Ángeles, el Crypto.com Arena fue testigo de un nuevo hito para LeBron James. Con apenas un minuto y medio transcurrido en el partido contra los New Orleans Pelicans, la superestrella de los Lakers alcanzó los 50,000 puntos combinados en su carrera entre temporada regular y postemporada. Como si el destino estuviera escrito, el hito llegó con un triple desde el ala izquierda tras un pase de Luka Doncic.
La multitud se puso de pie y el histórico locutor Lawrence Tanter sentenció el momento: “Damas y caballeros, todos acabamos de presenciar la historia”.
LeBron finalizó la noche con 34 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias, guiando a los Lakers a una contundente victoria por 136-115. Su impacto no se mide solo en números: su liderazgo y longevidad lo han convertido en un ícono que sigue redefiniendo los límites del baloncesto a los 40 años.
Con 41,871 puntos en la temporada regular y 8,162 en playoffs, James es el máximo anotador de la historia de la liga. Y aún no ha terminado.
En Nueva York, Stephen Curry escribía otro capítulo de su idilio con el Madison Square Garden. Los Golden State Warriors vencieron 114-102 a los New York Knicks, con 28 puntos de Curry, quien mantiene su dominio en el icónico recinto con un récord de 12-1 en temporada regular y un promedio de más de 26 puntos por partido.
Para Curry, el Garden es más que una cancha: es un templo. Aquí, en 2021, rompió el récord de triples de todos los tiempos, solidificando su lugar en la historia del baloncesto. Tras aquella noche mágica, Curry expresó: “Sabía que el Garden cumpliría con mis expectativas, simplemente por lo icónico que es este lugar”. El martes, volvió a reafirmarlo.
Mientras LeBron sigue conquistando hitos y Curry encandila con su puntería quirúrgica, ambos demuestran que su legado no se limita a estadísticas. Son artistas en el mayor escenario posible, dos caras de una generación dorada que sigue reinventando el juego y regalando noches memorables al baloncesto. Lea: El atleta Arnovis Dalmero fue arrollado por una buseta: esto se sabe
Porque, al final, la NBA no solo trata de victorias y récords, sino de los momentos que quedan grabados en la memoria de quienes tienen el privilegio de verlos jugar.