El exfutbolista español Gerard Piqué ha generado debate con su última propuesta sobre el reglamento del fútbol. Durante una conversación con Iker Casillas en el podcast Bajo los palos, el exdefensor del FC Barcelona sugirió que los equipos que terminen un partido sin goles no deberían sumar puntos en la clasificación. Para Piqué, el fútbol debe ser entretenimiento y los encuentros sin anotaciones atentan contra la emoción del juego.
Desde su retiro en 2023, Piqué ha estado involucrado en diversas iniciativas deportivas, especialmente a través de la Kings League y su empresa Kosmos. Lea: Crisis: eliminación en la Libertadores deja a Gago en la cuerda floja
Su visión sobre el espectáculo ha influido en sus opiniones sobre el fútbol tradicional, al que considera en riesgo de perder atractivo ante las nuevas generaciones. “No puede ser que alguien pague cientos de euros por una entrada y el partido termine 0-0″, señaló.
La propuesta del exjugador del Barcelona busca incentivar a los equipos a buscar más goles, evitando estrategias defensivas excesivas. Según Piqué, si un partido sin goles no otorgara puntos, los equipos se verían obligados a arriesgar más en los minutos finales. “Al minuto 70, el partido se abriría”, aseguró, argumentando que esto haría el fútbol más dinámico y emocionante.
El planteamiento ha generado reacciones mixtas entre aficionados y expertos. Algunos consideran que premiar exclusivamente el ataque podría afectar el equilibrio táctico del juego, mientras que otros ven con buenos ojos la idea de incentivar el espectáculo. En cualquier caso, la discusión sobre cómo hacer el fútbol más atractivo sigue abierta.
Más allá de esta propuesta, Piqué insiste en que el fútbol debe adaptarse a los tiempos modernos. “Hoy hay demasiadas distracciones y demasiadas ligas. Lea: Horario de los partidos de Colombia en el clasificatorio al Clásico Mundial
Si seguimos ofreciendo los mismos 90 minutos de hace 30 años, el fútbol perderá público”, advirtió. Su postura refuerza el debate sobre la evolución del deporte rey en una era marcada por el consumo rápido de contenido y la búsqueda constante de entretenimiento.