Un bochornoso episodio se vivió el pasado fin de semana en la ciudad de Cartagena, en donde un partido de béisbol terminó en pelea, sin embargo, no hubo lesionados de gravedad. Todo sucedió en el campo de Chambacú, jugaban Jackies de Las Gaviotas y La Victoria, un equipo de Barranquilla.
“Se tiraron los implementos, manilla y demás, hubo enfrentamientos, la policía tuvo que llegar al campo para solucionar el problema”, dijo un testigo, el mismo que afirmó que el partido pertenecía a la categoría sub 14. Todo quedó grabado en video y publicado en las redes sociales. Te invito a leer: Tres años de la histórica victoria de los Caimanes en la Serie del Caribe 2022
“La verdad fue un hecho bochornoso, esto no puede pasar en nuestro béisbol”, dijo otro aficionado.
Peleas en el deporte aficionado
Las grescas en el deporte aficionado son un fenómeno preocupante que puede afectar la integridad y el espíritu del juego. Estas peleas o enfrentamientos pueden ocurrir entre jugadores, entrenadores, árbitros e incluso espectadores, y suelen ser causadas por factores como: Te invito a leer: Jhon Jader Durán es recibido como un ‘Dios’ en Al Nassr
Causas Comunes de las Grescas en el Deporte Aficionado
Falta de control emocional: La intensidad del juego puede hacer que los participantes reaccionen de manera impulsiva ante decisiones arbitrales o provocaciones.
Mala conducta de los aficionados: Gritos, insultos y actitudes agresivas desde las gradas pueden incitar a los jugadores a responder con violencia.
Decisiones arbitrales cuestionadas: En el deporte aficionado, donde muchas veces no hay tecnología de apoyo, los errores arbitrales pueden generar conflictos.
Rivalidades mal gestionadas: Enfrentamientos entre equipos con historia de enfrentamientos previos pueden caldear los ánimos rápidamente.
Presión de entrenadores y padres (en el caso de deportes juveniles): En competiciones infantiles y juveniles, algunos padres y entrenadores generan un ambiente hostil con actitudes excesivamente competitivas.
Uso de lenguaje ofensivo o provocador: Insultos entre jugadores o entrenadores pueden desencadenar peleas.
Falta de seguridad y control: En eventos mal organizados, la ausencia de medidas preventivas facilita la escalada de conflictos.