En agosto de este año, El Universal pudo hablar con Digno González, un jugador paraguayo que militó en el Real Cartagena en el 2012, el último año en que el equipo heroico jugó en primera división.
González, delantero, aseguró en la entrevista que Real Cartagena le debe un dinero y no se lo ha pagado. Ante esto, el paraguayo, según él, le puso una ‘maldición’ al club para no ascender.
“No me han pagado un peso, me deben mucha plata. En este tiempo mi señora estaba embarazada y necesitaba dinero, nunca me cumplieron. Decidí hacer algo, hice una maldición para el equipo, si me pagan, elimino todo lo malo que está pasando en el club”, dijo Digno, que parece que su maleficio está dando resultados, pues Real seguirá en segunda división. Te invito a leer: Buenos días, deportes: Real Cartagena, de vacaciones y atascado en la B
“En este tiempo me pagaban mensual 6 mil dólares (24 millones de pesos colombianos hoy), que me paguen dos meses (48 millones de pesos colombianos hoy) y me encargo de quitar la maldición al Real Cartagena”, agregó el jugador guaraní.
Paraguay, un país de brujería
El tema de la brujería en Paraguay está profundamente arraigado en la cultura y las creencias populares del país. A lo largo de los años, la brujería ha sido vista tanto con temor como con respeto, especialmente en áreas rurales donde las tradiciones ancestrales tienen una gran influencia.
En Paraguay, la brujería es conocida localmente como “paye” o “pajé” y es practicada por los “pajés”, quienes son considerados curanderos o chamanes. Estas prácticas combinan elementos del catolicismo con rituales indígenas, lo que da lugar a un sincretismo religioso único en la región.
Los “pajés” son consultados por diversas razones: desde problemas de salud, mal de amores, hasta situaciones de mala suerte o conflictos personales. Muchos paraguayos creen que a través de estas prácticas se puede invocar a espíritus o fuerzas sobrenaturales para influir en el bienestar de una persona o para lanzar maleficios. Te invito a leer: Jugador lanzó maldición al Real Cartagena: “Si me pagan, la quito”
A pesar de que estas creencias tienen una fuerte presencia en la cultura paraguaya, también han sido objeto de controversia. Las autoridades religiosas y algunos sectores de la sociedad ven estas prácticas como contrarias a la fe cristiana y, en ocasiones, peligrosas. Sin embargo, para muchos, la brujería sigue siendo una parte integral de su identidad cultural y una fuente de apoyo en momentos de necesidad.