Siempre que se vean en una cancha Millonarios y Santa Fe, en el gran clásico de Bogotá, ambos equipos dejarán alma, vida, corazón y el pundonor en la cancha no importa cuál sea la situación de los equipos en la tabla de posiciones.
Anoche, en El Campín de Bogotá, Millonarios buscaba asegurar buena parte de su paso a la final ganándole a su rival de patio. Santa Fe, por su parte, eliminado, jugaba por el honor, pero eso no fue impedimiento para plantarle cara y atravesársele en el camino a los azules.
La rivalidad entre estos dos equipos fue tal que en varios pasajes del compromiso, que finalmente quedó 1-1, predominó la pierna fuerte y constantes disputas verbales de lado y lado. Lea: Nacional ganó y Millonarios empató; así quedó el Grupo A
De la cancha, al final del juego, los empujones, gritos y uno que otro golpe, se trasladaron al camerino, como ya comienzan a verse en varias imágenes en redes sociales.

Mediante un video que circula por la red social X, se puede ver a los jugadores empujándose, señalándose y haciendo reclamos airados.
Aunque no se han pronunciado oficialmente ni los clubes ni los dirigentes correspondientes, el video que muestra la intervención de la policía en los camerinos ha generado críticas y preocupación entre los aficionados. Este tipo de incidentes no solo afecta la imagen de los equipos, sino también la del fútbol colombiano, que busca proyectar un espectáculo deportivo más enfocado en los valores del respeto y la competitividad.
En lo deportivo, Millonarios mantiene el liderato del Grupo A con 11 puntos, Nacional, con 10, es segundo; Pasto tiene 6, mientras que Santa Fe, ya sin opciones, quedó con un punto en el cuarto lugar.
Ahora, la Dimayor deberá evaluar si los incidentes registrados ameritan sanciones disciplinarias, mientras que los equipos deberán enfocarse en sus próximos retos en la sexta fecha el domingo 8 de diciembre: Millonarios en asegurar su paso a la final frente a Pasto y Santa Fe enfrentará a Nacional, de tal manera que el equipo “cardenal” logre cerrar su participación con dignidad.
Lo ocurrido en estadio El Campín deja una lección sobre los límites de la rivalidad y la necesidad de mantener el respeto dentro y fuera de la cancha.