Álvaro Rojas Carbonell
Especial para El Universal
“Pasado difícil, presente mágico y futuro incierto”
Un jugador de fútbol promedio en Colombia puede estar ganando entre 2 y 10 millones de pesos mensuales. Todo depende de la categoría en la que juegan, la posición que ocupan en el campo, su trayectoria y el marketing que representan para sus clubes. Ni hablar de Radamel Falcao García en Millonarios o Carlos Bacca en Junior, cuyos salarios sobrepasan por mucho el promedio; eso es otro tema.
Estos futbolistas promedio (para no mencionar nombres propios), si bien no se pueden dar grandes lujos como comprar una vivienda de lujo, tener un yate o un jet privado, sí pueden llevar una vida decente, mientras están activos Lea aquí: Real Cartagena: ¿será Miguel Murillo titular ante Orsomarso este sábado?
Esta claro que el sueldo de un futbolista promedio en Colombia es bajo y por esta razón es que existen casos en donde algunos se han visto involucrados en escándalos de apuestas deportivas manchando sus carreras y con este bajo sueldo está claro también que no se pueden permitir una base solida de ahorros para su vejes. Deberían tomar el ejemplo de la MLB donde existe un sindicato de beisbolistas y estos pueden hacer aportes de sus sueldos y cuando llegan a la edad requerida reciben su pensión. Esto no sucede en Europa, donde es bien conocido el caso de Andreas Brehme quien con un gol de penal le diera el campeonato mundial a Alemania en 1990 y luego de su retiro quiso probar suerte como entrenador pero no le fue bien, Brehme murió en febrero de 2024 a los 63 años y luego de haber pasado por múltiples problemas económicos.
¿Pero qué pasa cuando se retiran?
Si bien muchos de ellos continúan su carrera en el fútbol, haciendo parte del cuerpo técnico de algún equipo, trabajando o abriendo su propia escuela de fútbol o cualquier otro empleo relacionado, no todos tienen lo que se necesita para dirigir o impartir conocimientos.
Todo queda en manos del destino. Influyen: el nivel de educación, una madre dedicada, los consejos de un buen padre y, sobre todo, una buena mujer. Pero esto, en muchos casos, no se da. Se ve el caso de futbolistas que llevan años de noviazgo, pero cuando llegan al profesionalismo y empiezan a ganar relativamente buen dinero, cambian a esa novia de años por una de las porristas de su club o por una linda modelo que conocieron en algún evento; y es cuando comienzan a gastar sin pensar que el retiro está cerca.
Aquí no estamos hablando de Cristiano Ronaldo o Lionel Messi; ellos, con lo que han ganado, ya tienen asegurado su futuro, el de sus hijos y hasta nietos. Hablamos de un futbolista de nuestras competiciones y, seamos sensatos, estos sueldos alcanzan para vivir bien mientras duran sus carreras, pero una vez llega el retiro (sea por la edad o una lesión), es entonces cuando se dan duro con la realidad: ya no recibirán ese buen salario y es cuando llega la depresión. Esa modelo o porrista por la que cambiaron a su noviecita del barrio los deja porque ya no les puede dar lujos ni regalos. Le puede interesar: ¿Qué le pasa a la Selección Colombia?, ¿se le olvidó ganar a la tricolor?
Existe una moraleja en este tema que te tocó: hay que pensar bien mientras se está en la buena, rodearse de gente que los valore como personas y no por la actividad que realizan ni por el sueldo que ganan, porque cuando despertamos del sueño, las cosas son a otro precio.