En un vibrante e igualado “Derbi della Madoninna”, el Milan rompió con dos años de hegemonía del Inter y se impuso 1-2 en San Siro, en una noche que sirvió como redención para los “rossoneri” tras seis derrotas consecutivas en el clásico de la ciudad. El equipo de Paulo Fonseca, bajo presión por su irregular inicio de temporada, logró una victoria crucial que le da un respiro a su técnico y cicatriza la herida del derbi anterior, en el que el Inter había certificado su título de “Scudetto”.
Desde el pitazo inicial, el Milan mostró una sorprendente intensidad, especialmente considerando sus actuaciones recientes. Después del doloroso “Derby della Madoninna” anterior, los “rossoneri” sabían que no podían fallar esta vez. Y no lo hicieron. Sorprendieron con un equipo bien plantado, agresivo en ataque y sólido en defensa, ante un Inter que, al contrario, salió al campo con un ritmo adormecido, algo inusual para el vigente campeón. Lea aquí: Manchester City salva el invicto en la última jugada contra el Arsenal
El primer golpe lo dio el Milan con una joya de Christian Pulisic, quien se encargó de encender a la pequeña pero ruidosa hinchada milanista presente en San Siro. A los pocos minutos, Pulisic robó un balón en tres cuartos de cancha, aceleró dejando a cuatro defensores atrás y definió con la punta del pie para superar a Sommer y poner el 0-1 en el marcador. Fue un gol que liberó toda la frustración acumulada por el mal inicio de temporada del Milan.
Sin embargo, el gol pareció despertar al Inter. A partir de ese momento, los dirigidos por Simone Inzaghi comenzaron a controlar el juego y, al filo de la media hora, lograron el empate. En una jugada típica del Inter, Nicolo Barella cambió de banda hacia Dimarco, quien de primeras cedió a Lautaro Martínez. El argentino recortó y devolvió el balón a Dimarco, que no falló y batió a Maignan para igualar el encuentro.
El Inter tuvo la oportunidad de remontar antes del descanso, pero Maignan estuvo brillante al detener un potente disparo de Thuram. El Milan también tuvo lo suyo, y Sommer respondió con una gran atajada a un cabezazo de Leao nada más comenzar la segunda parte. El partido se volvió frenético, con idas y vueltas constantes, y ambos porteros se erigieron como protagonistas.
El centro del campo del Inter, afectado por la salida de sus tres titulares (Calhanoglu, Barella y Mkhitaryan), perdió el control del partido, lo que permitió al Milan encontrar más espacios para correr. Fue así como llegó una clara ocasión para Reijnders, cuyo disparo fue desviado milagrosamente por Sommer tras rebotar en Acerbi. Le puede interesar: Barcelona sigue aplastando a sus rivales en la liga de España
El Inter respondió con una volea de Lautaro que obligó a Maignan a intervenir nuevamente, pero el Milan no bajó los brazos. En una contra, Morata habilitó a Abraham, quien encontró a Leao en el área, pero Sommer volvió a salvar al Inter. Poco después, Abraham tuvo otra ocasión clarísima, pero su disparo se fue apenas rozando el poste.
El Milan estaba decidido a llevarse los tres puntos, y finalmente, en el minuto 89, apareció un héroe inesperado: Matteo Gabbia. El defensor, que había tenido un sólido partido, se elevó en un córner y conectó un cabezazo imparable que selló la victoria 1-2, terminando con dos años de dominio “nerazzurro” en la ciudad y devolviendo la supremacía a los “rossoneri”.