La noche del jueves y en la mañana de este viernes, los hinchas de Millonarios se reunieron a las afueras del hospital San Ignacio de la Universidad Javeriana para despedir a uno de los suyos, Javier Acosta, quien este viernes al mediodía recibió la eutanasia tras recibir la aprobación de su solicitud. En un gesto de solidaridad y cariño, las barras del equipo capitalino organizaron un emotivo banderazo en honor a Acosta, un fiel seguidor del club.
Como si se tratara de la víspera de la final más importante en la historia del equipo, los hinchas de Millonarios llegaron al hospital con cánticos, banderas y juegos pirotécnicos, no para animar a su equipo en el campo, sino para brindar su apoyo a un compañero de pasión en su último adiós. Los trapos albiazules ondearon con fuerza mientras los bombos resonaban en la noche bogotana, creando un ambiente de camaradería y respeto. Te invito a leer: Karatecas brillaron en un Campeonato Internacional Amistoso
Javier Acosta, visiblemente emocionado, recibió el homenaje en medio de lágrimas. Durante la última semana, ha sido sorprendido en varias ocasiones con muestras de afecto y solidaridad por parte de sus compañeros de barra, pero este último gesto, un banderazo a las puertas del hospital, fue especialmente conmovedor. Rodeado de cánticos y la energía de la hinchada que tanto ama, Javier agradeció profundamente el apoyo de sus amigos y compañeros de tribuna.
Este homenaje refleja la unión y el sentido de comunidad que caracteriza a los hinchas de Millonarios, quienes demostraron que el fútbol trasciende el deporte, convirtiéndose en una fuente de consuelo y apoyo en los momentos más difíciles. La despedida de Javier Acosta quedará grabada en la memoria de quienes compartieron con él su amor por el club y por la vida.
Hoy acaba de recibir la eutanasia, paz en su tumba. Te invito a leer: Así va la clasificación general de la Vuelta a España
Ya le realizaron la eutanasia
El Hospital San Ignacio, donde se encontraba el bogotano, informó que Javier Acosta primero abandonó las instalaciones para proceder con la eutanasia en un lugar privado, de acuerdo con la petición de su familia.
Este gesto final se realizó en un ambiente de respeto y discreción, tal como lo había solicitado la familia para preservar la intimidad en un momento tan delicado.
Horas antes de la eutanasia, Acosta se despidió de sus amigos en redes sociales y les envió un mensaje: “Disfruten cada instante, con sus amigos, con sus parceros, no esperen a que maten a un amigo para que le digan: ‘Loco, lo quiero’”, no esperen a que maten a un parcero, a un barra para llevarle flores a casa”.